La crisis del coliseo lírico de la Rambla

El Liceu opta por el gestor económico Roger Guasch

El hasta ahora alto ejecutivo de la Aliança será nombrado el 4 de octubre

MARTA CERVERA
BARCELONA

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Ayer, el mismo día en que el hasta ahora director artístico del Liceu, Joan Matabosch, en la presentación de la apertura de temporada, intentaba contrarrestar el desánimo en el que está sumida la institución anunciando un buen ritmo en la venta de entradas, se conoció el nombre del que será el nuevo director general del Liceu, Roger Guasch. En su edición de ayer, La Vanguardia publicó que Guasch, hasta ahora alto ejecutivo de L'Aliança, era el candidato mejor situado para ocupar el despacho que dejó vacante en julio Joan Francesc Marco. Fuentes conocedoras del proceso de selección confirmaron a EL PERIÓDICO que, con toda seguridad, la comisión ejecutiva del Patronato del Liceu lo nombrará el próximo viernes, después de que todas las administraciones que participan en ella hayan dado el visto bueno a la designación.

En la rueda de prensa de presentación de la temporada, Matabosch -nombrado director del Teatro Real de Madrid el pasado 11 de septiembre- evitó pronunciarse sobre el nombramiento de Guasch. Por su parte, y en declaraciones a los medios, el conseller de Cultura, Ferran Mascarell, se mostró cauto y matizó que la designación del nuevo director general, cuya principal misión será la de atajar la crisis del Liceu, no será oficial hasta el próximo viernes.

ÉXITO DE VERDI / Roger Guasch llegará al Liceu en un buen inicio de temporada, según Joan Matabosch, quien se congratuló de que de los ocho conciertos en homenaje al bicentenario de Verdi, en los que habrá pasajes de todas sus óperas distribuidos en cuatro programas diferentes, prácticamente no quedan entradas para los dos primeros, interpretados por el coro y la Orquestra Simfònica del Gran Teatre del Liceu, junto a grandes voces, como el barítono Leo Nucci, el tenor Josep Bros y las sopranos Elena Mosuc y Desirée Rancatore

-ambas debutan en el coliseo-, con David Giménez a la batuta.

Y el ritmo de venta del resto conciertos, con Rubén Gimeno, titular de la Simfònica del Vallès en el podio, también da motivos para ser optimistas, según Matabosch. El director artístico, que esta temporada reparte su trabajo entre en el Liceu y el Real, reconoció que el coliseo está en una encrucijada: «La situación en el Liceu es muy difícil. Los recortes de 12 millones de subvenciones han sido excesivos. Se han traspasado todas las líneas rojas».

Mascarell no tardó en rebatir la opinión de Matabosch. «No se ha traspasado ninguna línea roja. El Liceu no es irrecuperable», destacó. «Ya quisieran otras instituciones tener estos problemas», añadió. Y restó importancia al vacío de poder generado por la marcha de Matabosch, del director del coro, José Luis Basso, y de Marco. «No estoy nada preocupado por el futuro del Liceu», señaló con ánimos de aplacar la incertidumbre que reina entre el personal de la institución y los amantes de la ópera. Y  recalcó: «Nuestro compromiso con el Liceu es absoluto».

Matabosch minimizó la ausencia en la rueda de prensa de Joaquim Molins, presidente del Patronato del Liceu, intentando tranquilizar sobre el futuro de la institución: «Empezamos mejor que nunca, con el 55% del aforo de la temporada vendido». Y recordó que en contra de la tendencia de un sector donde las ventas cayeron un 25%, «en el Liceu han subido un 5,17%».

Por su parte, José Luis Basso, director del coro, desvinculó su marcha a la Ópera de París de la delicada situación del teatro. Y el maestro David Giménez valoró la profesionalidad y «la ilusión» de los músicos, «pese al ambiente».