LAS TENDENCIAS DEL CONSUMO MUSICAL

Una geografía del disco

El libro 'Ruta de tiendas de discos independientes' reivindica el comercio tradicional y a pequeña escala a través de una radiografía de 44 establecimientos de toda España

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JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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Oficiadas las exequias a las tiendas de discos, es hora de volver a hablar, precisamente, de tiendas de discos: las que sobreviven, apegadas a sus hondas cubetas y sus clientelas fieles, y las de nueva planta, especializadas y de estructuras ligeras. De todas ellas rinde cuenta un útil y simpático libro, 'Ruta de tiendas de discos independientes' (Ed. 66 RPM), que ofrece reseñas detalladas de 44 disquerías de toda España (y 40 más que aparecen listadas en el apéndice).

Comercios con historia, como Surco, el más antiguo de Barcelona, creado en 1974 "por los hippies de la Travessera" y heredado de padre a hijo, y nuevas iniciativas espoleadas por los emergentes nichos del consumo y el 'revival', con visos de quedarse, del álbum de viniloRetroceden las grandes superficies generalistas, pero ya no parece tan claro que el 'streaming' vaya a fulminar de una vez por todas al objeto discográfico. En sus 134 páginas, este libro trata de demostrar por qué sin acudir a la naftalina ni a la épica: el disco como un objeto atractivo con el que establecer un vínculo tranquilo y cabal con la música, así lo reivindica, en el prólogo, Carlos Pascual, director del Record Store Day Spain.

ESCARBAR ENTRE EL VINILO

Barcelona y Madrid concentran el mayor número de tiendas reseñadas, nueve cada una, pero desfilan establecimientos vocacionales en ciudades como Albacete, Lugo o Palencia; lugares donde es posible practicar el "diggin'" (escarbar en las cubetas). El libro radiografía esos comercios y plantea un cuestionario a sus responsables con preguntas como "¿qué músico representa el espíritu de la tienda?". Un interrogante quizá fuera de lugar en la antigua era de las 'megastores'. David Bowie, Neil Young y Lemmy (Motörhead) son algunos artistas citados, pero también figuras oscuras como David Axelrod, así como otro tipo de referentes: el festival de Woodstock o el sello punk Dischord.

Los disqueros se deleitan compartiendo experiencias llamativas o rocambolescas: el 'bluesman' Barrelhouse Chuck, de Chicago, comprando en Disco 100 vinilos de colegas de su ciudad que allí no encontraba; las "traiciones entre examantes que se venden las colecciones sin conocimiento de su pareja a modo de venganza", cuentan en Discos Revólver; el tipo que entra pidiendo "discos de vinilo vírgenes para pasar antiguas cintas de casete", aseguran en Bora Bora (Granada). Bendita indocumentación: peticiones de discos de !Bruce Springfield" y de "Manolo Chano" (Manu Chao), y aquel otro que exigía que le despacharan "el disco de un grupo que son tres palabras". Entre los vinilos más vendidos, clásicos de Pink Floyd, Nirvana o la banda sonora de 'Grease', pero también el póstumo 'Blackstar', de Bowie.

Refuerza la radiografía un texto de Alfred Crespo con testimonios de artistas dotados de un grado de militancia, como Andrés Calamaro, Nacho Vegas y Jeff Tweedy. Porque, para qué negarlo, el romanticismo juega un papel. En Discos Cucos (Santander) están admirados: "Hay vecinos que han comprado solo por el hecho de que no cerremos".