Los que osaron caricaturizar a Franco

Un libro reúne dibujos sobre el dictador de 130 humoristas gráficos, entre ellos Ferreres y Perich

portada libro Caricaturas franquísimas de Jordi Artigas

portada libro Caricaturas franquísimas de Jordi Artigas / periodico

ANNA ABELLA / BARCELONA

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Joan Guillén “osó” publicar en 'Tele/Exprés', en 1977, año de las primeras elecciones democráticas, las que probablemente fueron las primeras caricaturas de Franco aparecidas en la prensa española desde el final de la guerra civil, en 1939. Y por ello recibió amenazas de muerte de la extrema derecha franquista, igual que el propietario del diario, Sebastià Auger, a quien le hicieron llegar el mensaje de que si quería ver a su nuevo director "estaba en el depósito de cadáveres”. Guillén es uno de los humoristas gráficos y artistas que el dibujante Jordi Artigas destaca en el pequeño volumen 'Caricaturas franquísimas' (Ediciones La Tempestad), versión castellana, ampliada, actualizada y revisada de 'Caricatures de Franco' -publicado por La Campana en 1995 y hoy prácticamente inencontrable-, cuya publicación coincide con el 40º aniversario de la muerte del dictador, que se cumple este viernes 20 de noviembre.

Artigas, que a lo largo de los años se ha dedicado a recopilar caricaturas en bibliotecas y hemerotecas, ha seleccionado unas 300 sobre el dictador de más de 130 dibujantes desde 1936 hasta hoy, aunque también incluye alguna anterior, como la que Lluís Bagaría publicó en 1923 en el diario El Sol cuando nombraron a Franco jefe de la Legión.      

FERRERES Y VÁZQUEZ DE SOLA

El autor -impulsor del proyecto La Memòria dels Dibuixants, web que reivindica los nombres de autores catalanes represaliados por el franquismo- destaca también a otros dos dibujantes además de Guillén. A Miquel Ferreres, cuyos chistes gráficos publica a diario en EL PERIÓDICO, por su perseverancia en seguir recordando la alargada sombra de Franco: “Le va resucitando periódicamente y lo dibuja en el infierno junto a sus colegas Hitler Mussolini y con alumnos aventajados como Pinochet Gaddafi”. También resalta la labor de Andrés Vázquez de Sola, que "en el exilio francés publicó muchas caricaturas en prensa y las reunió en antologías”.

A nombres como Perich, El Roto, Chumy Chumez, Alfons López, Fer, Mingote o Peridis se suman dibujantes extranjeros como el francés Plantu o el sueco EWK (Evert Gustaf Adolf Karlsson), que también hicieron de Franco diana de su humor satírico. 

EXILIO Y CLANDESTINIDAD

Si durante la guerra civil estas caricaturas solo pudieron verse en la zona republicana, acabado el conflicto y durante la dictadura surgieron en la clandestinidad –“en folletines socialistas, comunistas, de la CNT...”- o en el exilio. Otras nunca vieron la luz, como reconocerían, recuerda Artigas, autores como Cesc, que “admitía que la mayoría de dibujantes aunque las pensaran ya no las hacían porque sabían que no iban a salir”, o Forges, “que aunque dibujó algunas decía que siempre se quedaban en el cajón”.

PERSEGUIDOS Y ENCARCELADOS

“Hay muchos dibujantes que fueron perseguidos, con penas de prisión y muerte que no llegaron a cumplirse. Aunque algunos sí fueron a prisión, como Escobar, que estuvo en la Modelo bastante tiempo por unas caricaturas de Franco que publicó en 'L', o José María Carnicero, que colaboró en la revista satírica antifascista La traca de Valencia, cuyo director (Vicent Miquel Carceller) acabó fusilado por los franquistas”, explica Artigas.

No duda el autor del poder del humor y la sátira frente a la represión y los totalitarismos. “Los dictadores no admiten ninguna ridiculización ni crítica. De ahí el odio con que Franco les persiguió. Lo mismo ocurrió por ejemplo con Hitler y, sin ir más lejos, ha pasado ahora con el Estado Islámico y 'Charlie Hebdo'. Les temen, sino no les perseguirían”.