Libreros de estreno

«M'exalta el nou i m'enamora el vell». El veterano librero Josep Cots recurría ayer a este verso de J. V. Foix para expresar que siente «ilusión, nada de nostalgia y euforia por el apoyo recibido» ante el que será, hoy, el último Sant Jordi de su emblemática Documenta tal como lo ha vivido en los últimos 40 años, en el número 4 de Cardenal Cassanyes y con parada en la Rambla, ya que la librería dejará Ciutat Vella y se trasladará, a finales de mayo, al nuevo local de Pau Claris, 144. Es un «cambio de decorado» forzado ante la extinción del contrato de alquiler de renta antigua, sobre el que Cots matiza: «Ha sido algo impuesto por la vida pero se ha convertido en un paso adelante, en una aventura nueva» en la que le acompaña Èric del Arco. Aventura que en los últimos meses comparten otros colegas, nuevas y novísimas librerías como La Impossible, Nollegiu y la Calders, que hoy se enfrentan a su primer Sant Jordi en Barcelona.

Todas se afanaban ayer ultimando las cajas de libros que expondrán en los respectivos puestos, haciendo los últimos preparativos y atendiendo a clientes que, para evitarse las habituales aglomeraciones de hoy, ya hacían sus pedidos. Mientras marcaba precios como loca, Isabel Sucunza, impulsora junto a Abel Cutillas de la más 'novísima', la Calders, ubicada en el pasaje del mismo nombre del barrio de Sant Antoni y cuya andadura empezó hace apenas una semana, el 15 de abril, se enfrenta a su primera 'diada' como librera con mucha «ilusión y a la vez con miedo», confiesa, aunque conoce el sector por su trabajo en la editorial Navona. «Nos sentimos novatos. Hay quien nos ha dicho que no abriéramos hasta después de Sant Jordi pero preferimos ponernos a prueba desde el principio. Como estamos experimentando, además del puesto de la librería tenemos otro pequeño, de cuatro metros, en paseo de Gràcia con Gran Via, pero no nos hemos atrevido a acoger firmas de autores [excepto Miguel Noguera]».

Quienes no temen a las firmas son Olga Federico, Mireia Perelló y Tono Cristòfol, responsables de La Impossible (Provença, 232), inaugurada en julio. No es de extrañar, pues llevan a sus espaldas unos cuantos 'sant jordis' de cuando trabajaban en la desaparecida Proa Espais. Tendrán a 58 autores firmando en un puesto de 30 metros en rambla de Catalunya, entre Provença y Rosselló. «Como conocemos la mecánica de trabajo no nos daba miedo. Esta fecha siempre la hemos vivido con ilusión, pero este año al ser tu propio negocio sentimos más entusiasmo», explica Mireia Perelló, que ayer tarde ya lo tenía casi todo guardado en el almacén a punto para el día D.

En cambio, para Xavier Vidal, que como los de la Calders se ha dejado aconsejar por otros libreros, todo es nuevo. Alma de Nollegiu, abierta en octubre en el corazón del Poblenou (Amistat, 22), debuta con un «respeto absoluto» y con la sensación de que es un «pardillo». «Vengo del periodismo, hasta que a los 40, cansado, lo dejé. Siempre pensé que cuando me jubilara abriría una librería...». Para esta 'diada' ha organizado «la Rambla del Drac» -en la rambla del Poblenou, entre Ramon Turró y Llull-, junto con la librería infantil La Petita, la papelería Carme y Mr. Brown Store, especializada en cómic. Además de puestos de libros, esa rotonda, en la que también estará la veterana Etcètera, será un escenario cultural con música, teatro, poesía y actividades infantiles, para huir de la masificación del centro.

Josep Cots, que cada año ha buscado fórmulas para huir precisamente de esa masificación, ha creado un oasis en su puesto de la Rambla, donde nació, ante el mosaico de Miró. Así, además de Yannick Garcia, ganador del premio Documenta, firmarán siete poetas catalanes. Porque entre tanto 'best-seller' y mediático, «la gente suele olvidarse de la poesía».