La Copa del Rey Audi Mapfre de vela

Letizia y Cristina, juntas pero no revueltas

La princesa y la infanta visitaron una muestra de fotografía

Letizia y Cristina, junto a María Zurita, prima de la infanta (izquierda), caminan, ayer, por el paseo del Born, en el centro de Palma.

Letizia y Cristina, junto a María Zurita, prima de la infanta (izquierda), caminan, ayer, por el paseo del Born, en el centro de Palma.

C. M.
PALMA

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Pasear por el centro de Palma durante la semana de la Copa del Rey de vela puede deparar sorpresas. Y eso es lo que sucedió ayer. Los palmesanos y turistas que se encontraban en el paseo del Born sobre las once de la mañana pudieron ver a la princesa de Asturias, a la infantaCristinay a su primaMaría Zurita, hija de la infantaMargarita, caminar por la zona. La aparición sirvió para desmentir los rumores que apuntan a la mala relación personal entre la mujer deFelipey la hija menor del Rey.

Las tres mujeres visitaron, en el Casal Solleric, la exposición de fotografía deSteve McCurry, el periodista estadounidense que se hizo mundialmente famoso por ser el autor de la fotografía de la niña afgana de ojos verdes que, en junio de 1985, protagonizó la portada de la revistaNational Geographic. La imagen, que ilustra el cartel de la muestra, ha sido utilizada en diversas ocasiones por Amnistía Internacional en pósteres y calendarios. ALetiziale encanta el trabajo deMcCurry, y ayer no desaprovechó la oportunidad de mostrar a su cuñada y a su prima política las imágenes del fotoperiodista expuestas en el centro cultural.

La princesa, la infanta yMaría Zurita estuvieron algo más de media hora en la muestra, que estará abierta hasta el 4 de septiembre, y después de abandonar el Casal Solleric se dirigieron a recoger el coche caminando por el paseo del Born.

Cristina y su prima vestían bermudas y camisa, yLetizia llevaba unos tejanos, un polo color tierra y un maxibolso rojo. Antes de llegar al vehículo se detuvieron en la perfumería Rillova, donde la hija de la infantaMargarita adquirió una barra de cacao para los labios por el precio de un euro. Las dependientas,Teresa yLoli, solo se fijaron en la esposa deFelipe. «¡Anda!, es Leti,¿no?», le preguntaron aZurita,que contestó: «Sí, es ella, con mucho respeto», se supone que no le gustó el tono en el que dijeron Leti.

Después de la visita a la exposición y de la compra, las tres mujeres se subieron al vehículo, que conducíaLetizia,y se fueron a comer.