CRÓNICA

El lento y firme paso de Los Planetas

El grupo exhibió sus poderes en un cálido Apolo

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los Planetas han ido adoptando formas de neodinosaurio, y cada una de sus apariciones es un acontecimiento. En vísperas de su reaparición en Benicàssim, los granadinos han ofrecido cuatro actuaciones en salas al calor de su reciente epé 'Dobles fatigas', previsible adelanto de un disco largo aún sin fecha, material que, el viernes en un Apolo en ebullición, fue la excusa para que todos recordáramos lo poderoso que es su repertorio, tanto el que mira al cosmos a través de Sacromonte como el que luce su gracia pop.

Entraron en materia por su lado más denso, alzando sus cortinas de guitarras en ritmos contenidos, y ahí cayó la primera cita de estreno, 'Heroína (Bulerías del Torta)', en la estela de la expansión flamenca emprendida hace ya ocho años con 'La leyenda del espacio'. La otra pieza nueva, 'El duendecillo verde', sonó hacia el final con su encrespada textura rockera, a juego con una letra iracunda y con, quizá, guiños políticos («y si le dices que es un fascista / te manda a casa al recaudador de impuestos»).

Mirada antológica

Pero fue, sobre todo, un reencuentro panorámico con su cancionero de siempre, que establece un emocionado vínculo con una generación. De la altiva 'Rey Sombra' y la psicodelia espacial de 'Si me diste la espalda' al diálogo jondo de 'Romance de Juan de Osuna' y el brillo pop de 'Segundo premio', 'Un buen día' y 'De viaje'. Con eso pueden con todo.