Entrevista

«Las series de vampiros son excluyentes»

Fernando Lalana.

Fernando Lalana.

ANA ABELLA
BARCELONA

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La atracciónAccidente mortal,la cafetería Morgue, la laguna Estigia, el hotel Catacumbas... todo ello forma parte delencantodeParque Muerte, Premio Edebé, una intriga divertida y misteriosa a la vez, con historia de amor imposible incluida, protagonizada por la detective Lola, que invita a chavales de más de 11 años a reflexionar sobre empresas armamentísticas, suicidio y, sobre todo, muerte. Es el libro número 111 de Fernando Lalana (Zaragoza, 1958), tres millones de ejemplares vendidos en medio siglo de escritura y Premio Nacional de Literatura Infantil 1991 gracias aMorirás en Chafarinas, que Pedro Olea llevó al cine.

-Su humor es marca de la casa.

-El humor es una forma de inteligencia, la más sublime. Juego con que el lector joven entienda la ironía y el sarcasmo, que puede ayudarles a adquirir criterio propio. Aquí me sirve para dar caña a los consejos de dirección de las grandes empresas y a las multinacionales armamentísticas, que para lavar su imagen deciden crear un parque temático dedicado a la muerte porque, como dice uno de los directivos, es de lo que más entienden y dominan.

-¿Alérgico a los parques temáticos?

-No soy muy amigo, no. Por mis hijas he ido a Port Aventura y Eurodisney, y subido al Dragon Khan, sufriendo sus efectos... Hay que reconocer que hay algunos parques muy atractivos en EEUU, como uno sobre la carrera espacial, lo malo es cuando los envuelven de casinos y hoteles. Espero que no, pero no me extrañaría que existiera alguno dedicado a la muerte.

-El suicidio, un tema atrevido.

-Con el suicidio no hago sangre. No es uno concreto, son suicidios en general, pero puede sorprender porque es un tema grave. Según los datos del CIS que cito en la novela, en España cada día hay 10 suicidios, 3.500 al año. Los chavales pueden preguntarse si es verdad. Es la principal causa de muerte no natural por delante de los accidentes de tráfico.

-Pone voz y cara a la muerte. ¿Un pie en lo fantástico?

-Es cierto que personifico a la muerte en un tipo atractivo y guapo. Pero la muerte no tiene vuelta atrás, todos nos tenemos que morir, no tiene nada de fantástico, es muy real y plantea muchos enigmas. No me interesa el género fantástico, ni los magos o los dragones. Les tengo mucha manía a los elfos.

-No se le ve pues muy a favor de Harry Potter o las series de vampiros.

-Son fenómenos que me sorprenden porque usan recursos de la literatura infantil en lugar de ser un puente que los encamine a la adulta. Tengo la sensación de que elfenómeno Harry Potterno nos ha proporcionado lectores al resto de literatura juvenil, porque cuando se acaban por ejemplo esas series de vampiros solo quieren más vampiros y no leen nada más. Son excluyentes. Yo quiero que lean mis libros unos años, que les sirvan de pista de despegue y luego den el salto y pasen a leer a Patricia Highsmith o a Poe, que descubran nuevas lecturas.

-¿Internet es un peligro?

-La lectura debe ganar la batalla por sí misma, no contra nada, ni contra internet, el cine o la televisión. Hace 40 años no había tele y se leía infinitamente menos. Si desapareciera internet la gente no se lanzaría a leer libros porque hay muchas otras cosas posibles que hacer. Hay que ofrecer historias buenas y atractivas y hacer que los jóvenes prueben la lectura para que descubran el placer de leer. Si un libro les engancha estarán ganados para la causa. Hoy se lee bastante más que hace unas décadas, no deberíamos dramatizar.