REVIVAL TELEVISIVO

'Twin Peaks', el regreso de un mito

EN ACCIÓN. David Lynch, en pleno rodaje de la nueva entrega de 'Twin Peaks'.

EN ACCIÓN. David Lynch, en pleno rodaje de la nueva entrega de 'Twin Peaks'.

JUAN MANUEL FREIRE / BARCELONA

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¿Quién mató a Laura Palmer? Esa pregunta, ese misterio, marcó la cultura pop de los 90. Pero no era la única cuestión importante de 'Twin Peaks', la serie creada por David Lynch Mark Frost que se convirtió, para sorpresa de sus propios autores, en un fenómeno popular alrededor del mundo, incluyendo España, donde se estrenó en Telecinco el 15 de noviembre de 1990.

Unos meses antes, en abril, la emisión en la cadena estadounidense ABC de su alucinante piloto de 94 minutos (una de las mejores películas de Lynch) había congregado a 34,6 millones de espectadores. La audiencia cayó a 23,2 con el segundo, pero seguía siendo una cifra sorprendente para una serie con semejante personalidad. 

El punto de partida era la investigación del asesinato de una reina del baile en un pueblo al noroeste de Washington. Hasta aquí, todo canónico. Pero esa investigación policial estaba capitaneada por una insólita mezcla de galán clásico y bufón absurdo, el agente del FBI Dale Cooper (Kyle MacLachlan), adicto al café y las tartas y de extraños métodos tibetanos.

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La serie trascendía el procedimental policial para ser también un culebrón retorcido al estilo 'Dinastía' (la buena época, cuando llegó Joan Collins como Alexis), una historia de terror primigenio y una comedia minimalista que debía hacer carcajear a Kaurismäki. Cuando, al final del tercer episodio, Cooper soñaba con la habitación roja, aquel enano bailarín y una doble de Laura Palmer a la que, a veces, se le doblaban los brazos hacia atrás, quedó claro que esta serie no era cualquier serie. 

Al fin y al cabo, venía de David Lynch, un creador del que solo cabe esperar lo inesperado. Pero en ella también estaba Mark Frost, veterano de 'Canción triste de Hill Street' que equilibró con habilidad narrativa los impulsos más marcianos de su colega. "La serie era una combinación de muchas cosas", nos explica por teléfono, en una conversación distendida y nada críptica. "Lynch es un director increíble, un experto en atmósferas, tempos, espacios. Mi habilidad es contar historias. Al unificar las habilidades de ambos, surgió esta curiosa combinación".

UN DOSIER PARA ATAR CABOS

La oportunidad de hablar con Mark Frost surgió no por el regreso de la serie (el 2017 en Showtime, Movistar Series en España), sino por la publicación de un libro, 'La historia secreta de Twin Peaks' (Planeta), concebido por Frost como especie de tardío volumen de acompañamiento para las dos primeras temporadas. 

El libro recoge, en forma de dosier anotado, la historia de la localidad y el origen y destino de muchos personajes adorados: el Dr. Jacoby, Lady Leño, la 'femme fatale' Josie Packard, Catherine y Pete Martell… El contenido del dosier, se informa al principio, "guarda relación con una investigación que llevó a cabo en el noroeste del estado de Washington hace siglos el agente especial Dale Cooper". El caso se considera cerrado, pero la obsesión sigue viva; o como mínimo la nostalgia.

Para preparar este volumen fastuoso, denso y exhaustivo, Frost no tiró de la Biblia de la serie, sino de los propios capítulos. "Volví a ver la serie completa, tomando notas como cualquier persona que no hubiera formado parte de ella". También le fue de utilidad una (falsa) guía de la localidad publicada en los 90, ahora a precios importantes en Iberlibro.

REVELAR EL ASESINO

Uno de los objetivos de 'La historia secreta de Twin Peaks' es atar los cabos sueltos de una segunda temporada considerada, en su momento, muy inferior a la primera, pero desde entonces bastante reivindicada. "Me alegra que ahora la segunda temporada guste –dice Frost–, porque realmente fue difícil hacerla. Había una gran insistencia por parte de la cadena en desvelar la identidad del asesino. Eso nos parecía absurdo. No estábamos haciendo 'Se ha escrito un crimen' ni 'Colombo'. Pero insistían e insistían y al final tuvimos que hacerlo, con lo que nos hallamos ante el desafío de empezar casi de nuevo, contar otra clase de historia, hacer otra clase de serie".

Una pregunta importante: si 'Twin Peaks' era una serie que dejaba espacio abierto a la imaginación, ¿por qué hacer un libro que "resuelve" sus misterios? "El libro quiere resolver algunas cosas, eso es cierto. Pero no deja de haber matices en las resoluciones. Y espero que anime a la gente a seguir adelante". ¿Se necesita leerlo para disfrutar de los próximos episodios? "No realmente, pero tampoco está de más".

REABRE EL DOBLE R

De esos nuevos capítulos poco se sabe, más allá de que serán (por ahora) 18 y acogerán a un reparto de más de 200 nombres con algunas sorpresas, como Michael Cera y el cazafantasmas Ernie Hudson. Repetirán muchos actores originales, así como (suspiro hondo) el compositor de la mítica música original: Angelo Baladamenti

En una cultura pop adicta a las fotos de rodaje, los 'teasers' del 'teaser' y cualquier migaja trivial de información, todo este secretismo es un alivio. Tranquiliza saber, en cualquier caso, un par de cosas: que hacer esta serie no ha sido difícil para Frost, sino "todo un placer", y que Showtime ha dado "libertad total" a los cocreadores para llevar la saga por la dirección que crean más conveniente.

En 1990, 'Twin Peaks' no se parecía a nada de la tele. Entre las series de los últimos 25 años, es rara la que no se parece en algo a 'Twin Peaks'. ¿Cuáles han interesado a Frost? "Me han gustado 'Los Soprano', 'The wire', 'Fargo', y últimamente 'Westworld', que tiene ideas provocadoras… Ahora mismo hay mucha más oferta interesante que cuando debutamos nosotros. Hay muchísimo. Yo solo puedo tener una o dos series en mi cabeza a la vez".