CONCIERTO EN EL AUDITORI

Krivine asume el reto de mejorar el 'sonido OBC'

El maestro debuta hoy como principal director invitado

Emmanuel Krivine, ayer, en un ensayo en el Auditori.

Emmanuel Krivine, ayer, en un ensayo en el Auditori.

MARTA CERVERA
BARCELONA

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El prestigioso maestro Emmanuel Krivine debuta hoy como principal director invitado de la OBC con un programa que incluye obras de Beethoven, Strauss y Schubert en el Auditori. Contratado para enriquecer y ampliar el sonido de la orquesta, su trabajo esta temporada se completará en marzo con la Sinfonía fantástica de Berlioz y el Concierto para piano y orquesta núm. 25 de Mozart. Y hasta la del 2015-16 ofrecerá tres programas que ahondarán principalmente en el repertorio clásico y romántico.

«Mi misión es revelar lo que la orquesta lleva dentro, aquello que la identifica», destacó ayer Krivine, cuyo primer concierto con la OBC se remonta a 1984. «Lo malo es que hoy en día hay una obsesión por pasteurizarlo todo. El mundo se está convirtiendo en un gran cuartel y todo tiende a ser uniforme», critica el maestro, que inició su brillante carrera como violinista.

Fue Karl Böhm quien en 1965 le animó a empuñar la batuta. «La orquesta no es un instrumento sino una paradoja: un grupo de individuos que debe trascender lo humano», afirma. «He de lograr que todos me escuchen. Esa es la finalidad que persigo. Solo cuando todos están concentrados escuchando durante un concierto se puede producir el milagro». El actual titular de la Filarmónica de Luxemburgo ha visto evolucionar a la OBC, a la que dirigió por última vez en el 2011. «Antes había problemas técnicos con los violines. Ahora son materia, forman un buen engranaje», dice con ganas de reencontrarse con el público del Auditori.