«Ahora las ventas no miden el impacto de un disco»

El grupo de dance-pop Klaxons es el invitado internacional de este año en el concierto de la Antiga Fàbrica Damm, que se celebra la noche del sábado

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JUAN MANUEL FREIRE / BARCELONA

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El trío británico, especialista en la combinación de pop y música de baile, es el invitado internacional de este año en el concierto de la Antiga Fàbrica Damm, que se celebra en la noche del sábado. Presentan Love frequency, su tercer álbum. Hablamos con James Righton (voces, teclados), en el centro de la foto superior.

-Hablamos el febrero pasado por su actuación en el BCN Live! by Sony. Por entonces, Love frequency no había salido…-¿Y fui crítico con el disco?

-No, no.

-Ah, perfecto… Es que estamos en un buen momento. Hemos invertido tres o cuatro años en hacer un disco del que todos estamos contentos. Y en cuanto a la reacción de la gente… Pues está funcionando muy bien en vivo. Tampoco es que haya sido número uno, pero vivimos en un mundo distinto al de hace años en ese sentido. Las ventas no miden el impacto de un disco.

SEnDLove frequency es una remodelación de su sonido. ¿Tenían miedo de quedarse estancados?

-Siempre hay una mezcla de miedo y excitación. Cuando nos ponemos a hacer algo, queremos que sea distinto a lo anterior. Puede parecer una idea arriesgada, pero necesitamos siempre, del modo que sea, escapar de lo que hicimos justo antes. Seguramente perdamos fans con cada disco, pero no nos importa, es como nos movemos. Fíjese en David Bowie y Björk, por ejemplo; gente que se ha reinventado todo el tiempo.

-Probablemente sea su disco más pop. En Show me a miracle, de hecho, suenan a boyband. No lo digo necesariamente como una crítica.

-(Risas). No, es cierto. De todos modos, siempre hemos sido una banda pop. Al principio queríamos mezclar a ABBA, sus grandes melodías, con la primera música rave de The KLF. En relación al anterior disco -Surfing the void, del 2010-, este quizá sea más ligero, claro.

-El anterior estaba cargado de paranoia y malestar. 

-¡Dímelo a mí! Estábamos llenos de paranoia… Demasiadas expectativas puestas sobre nosotros. Le dábamos tantas vueltas a todo. Recuerdo estar en el estudio y, en lugar de trabajar, estar solo hablando sobre cualquier chorrada. Lo más difícil de hacer es lo que hemos hecho en el disco nuevo: simplificar. Ir al grano.

-Participan muchos productores, de James Murphy (ex LCD Soundsystem) a Tom Rowlands (Chemical Brothers), pasando por Gorgon City. Pero el disco tiene un sonido coherente.

-Es mi principal preocupación, que el disco no suene irregular. En todo momento dejamos claro que era nuestro disco, no el de ellos. Al final, cuando nos pusimos el disco entero, de principio a fin, y vimos que funcionaba, fue un gran momento. Creo que descorchamos una botella de champán.

-¿Son esas armonías vocales emblemáticas las que unifican todo?

-Las voces son lo que define a Klaxons, sin duda. Pero fue casualidad que nuestros registros empastaran tan bien. Fue mágico que fuera así. De ese modo podíamos parecernos un poco a ABBA, nuestros queridos ABBA, o a la Electric Light Orchestra, otro de nuestros grupos favoritos.

-No sé si conoce las particularidades de su directo de esta noche: es gratis, en la calle, en unas fiestas populares… 

-Lo sé. Estoy listo [asegura en un perfecto castellano]. Viví durante un tiempo en España y sé lo que son unas fiestas y lo que es el calimocho, y que la gente seguramente estará de juerga hasta el amanecer. Sin problema.