Kiarostami rueda en BCN

A partir de este viernes, y durante 10 días, el premiado realizador iraní Abbas Kiarostami (Teherán, 1940) trabajará en Barcelona, donde imparte un taller de cine organizado por la productora Black Factory Cinema. El objetivo de los participantes, 55 realizadores de diferentes países, es realizar un corto sobre un tema relacionado con la ciudad. Kiarostami será su mentor durante este tiempo y aprovechará también para desarrollar su propia pieza. Al final de la experiencia, las 10 mejores obras participarán en el D'A, el festival internacional de cine de autor de Barcelona.

Actividades paralelas

Kiarostami ofrecerá además una 'masterclass' en el Instituto Francés de Barcelona previa proyección de una película suya no estrenada aquí (7 de marzo, 16.30 horas), y la Filmoteca le dedicará una retrospectiva que abrirá el propio realizador el próximo 3 de marzo con '¿Dónde está la casa de mi amigo?' Se proyectarán 10 películas más, entre ellas las dos últimas rodadas fuera de Irán, 'Copia certificada' y 'Like someone in love'. «Mi último proyecto lo hice en Japón y el próximo será en China. Trabajar con equipos de otras cultura es enriquecedor. Te das cuenta de que, pese al idioma, las barreras que nos separan no son tantas. Somos muy parecidos porque compartimos una geografía universal», explica. Kiarostami es un gran defensor del cortometraje. 

«He hecho muchos cortos en los últimos dos años, de dos o cuatro minutos, en Irán. Quizá un día los junte todos», cuenta. «Un corto no es un peldaño hacia un largometraje como muchos opinan. Es una obra completa y perfecta que permite conocer la personalidad y la visión del realizador», destaca el cineasta, también artista plástico, poeta y productor. Además los cortos son baratos, una gran ventaja, recuerda.

Emociones falsas

Kiarostami utiliza estos talleres con jóvenes realizadores para cargar las pilas. «Con ellos vuelvo a sentirme como un estudiante de arte, recupero el cine que me gusta, experimento, disfruto... Recupero mi coraje como cineasta». Realista, reconoce que «la mayoría de los alumnos perderán ese coraje cuando hagan un largometraje» porque la industria manda. «El cine era arte. Hoy se imponen las emociones falsas. Los cineastas están perdiendo fuerza. Se hace el cine que gusta al espectador. Ocurre en Hollywood y en todas partes». Y añadió: «Un realizador de EEUU me dijo que sus películas no eran suyas. 'Solo soy un supervisor', me contó. Todo lo deciden quienes ponen el dinero».