BARCELONA ACOGE A UN REFERENTE CENTROEUROPEO

Kayah: «Viajo a través de la música»

Kayah, la voz más importante que ha dado Polonia en los últimos 20 años, exhibe el lunes en el Palau de la Música su talento para mezclar música de distintas tradiciones

Gusto por la mezcla 8Kayah fusiona géneros tan dispares como soul, pop y músicas étnicas centroeuropeas.

Gusto por la mezcla 8Kayah fusiona géneros tan dispares como soul, pop y músicas étnicas centroeuropeas.

SANTOS MARTÍNEZ / BARCELONA

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Kayah no cree en idiomas ni géneros. Cuando habla, es como si le costara pronunciar esas palabras, como si llevara décadas diciéndose a sí misma que es necesario que salgan de su boca para comunicarse con su entorno, por mucho que para ella no signifiquen más que cadenas. Dice: «Los géneros no me importan lo más mínimo. Cuando canto, solo busco honestidad. Los géneros y los sonidos vienen determinados por la experiencia vital de cada uno, y no al revés. Si me voy a vivir a China una temporada, es lógico que mi música se vea influida».

Es probable que esa sea la única respuesta posible para una artista que mezcla el pop, el soul y las músicas étnicas centroeuropeas sin ningún tipo de pudor. Kayah (Katarzyna Szczot, Varsovia, 1967) es considerada en Polonia una gran estrella. Ha publicado 11 discos que han vendido millones de copias. Además, uno de ellos está considerado una de las mejores grabaciones que se han hecho jamás en Polonia.

Era 1999. Goran Bregovic, el último gran gurú del folclore balcánico, pensó en ella. «Yo solo era una chica polaca. Una más», explica Kayah con modestia. Y faltando a la verdad, porque, en 1999, ya había publicado tres álbumes y ganado un disco de oro y dos de platino. «Para mí fue un gran honor trabajar con alguien tan genial como Goran Bregovic. Al mismo tiempo, fue una oportunidad única de derribar estereotipos sobre el folclore polaco», reflexiona.

Huyendo de los tópicos

Cuando se le pregunta en qué coordenadas musicales se siente más cómoda, Kayah responde sin dudar: «Últimamente me siento muy cercana a la música étnica, el folclore. Conseguí más popularidad haciendo pop, pero no me inspira mucho últimamente. Creo que la música étnica es un vehículo perfecto para la reflexión, y habla mucho del sitio en el que fue creada. Eso me encanta». «Para mí -continúa- supone un gran reto mezclar músicas que corresponden a diferentes tradiciones y no caer en tópicos». Después de un silencio, remata: «Durante años quise viajar, y no podía porque no tenía dinero. Ahora, lo que no tengo es tiempo, así que viajo a través de la música».

Pero también viaja en avión. La semana pasada presentó en Barcelona la película Papusza, Kayah ha colaborado en la banda sonora de una cinta que cuenta la historia de Bronislawa Wajs -apodada Papusza-, la primera poeta gitana que consiguió publicar su obra en Polonia. La obra de Wajs habla del sufrimiento que la etnia gitana vivió en la Segunda Guerra Mundial. Reconocida en los últimos momentos de su vida, Papusza es hoy un icono feminista.

«La película habla de una mujer que luchó por ser independiente en una época muy difícil [primer tercio del siglo XX] . Me toca muy adentro. No es que mi historia se parezca, pero para escribir una canción al respecto es básica la capacidad de empatía», aclara.

Torre de Babel barcelonesa

Kayah canta el lunes en el Palau de la Música junto a la Barcelona Gipsy Klezmer Orchestra, un grupo formado hace tres años por músicos de Serbia, Italia, Grecia, Francia y España. Y ahora canta con ellos una polaca. Una polaca que ha cantado en mil idiomas, pero tiene muy claro cuál es el suyo: «Creo que la música es un lenguaje universal. Las emociones no entienden de idiomas. A partir de ahí, yo soy escritora de canciones, y solo puedo ser específica en mi propia lengua. Solo en polaco puedo transformar mis sentimientos en palabras».

Dice que de España no espera más que encontrarse con buena gente. Medita y matiza: «Bueno, esto se trata de algo más, yo quiero llegar al alma de quien me escuche, así que eso será lo que intente en el concierto». Escuchando la mezcla de pasión e introspección que transmite a través de un teléfono, es fácil pensar que, si no lo consigue, estará muy cerca.

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