Tradicional Julieta Venegas

CRÓNICA La cantante mostró 'Algo sucede' en Cap Roig

Julieta Venegas, durante el concierto que ofreció en Cap Roig.

Julieta Venegas, durante el concierto que ofreció en Cap Roig.

JORDI BIANCIOTTO / CALELLA DE PALAFRUGELL

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La dirección esbozada en su anterior disco, Los momentos (2013), más oscuro y electrónico que sus obras anteriores, queda ahí, dispuesta para el día en que la cantante mexicana desee retomarla. En su nuevo trabajo, Algo sucede, Julieta Venegas se ha vuelto a colgar el acordeón para acudir a las fuentes acústicas. Sea como sea, es la misma Venegas, tocada por un don para la canción ingeniosa, que el lunes ofreció un luminoso resumen de sí misma en Cap Roig.

Sus composiciones, hayan sido grabadas con un sintetizador o con un acordeón, presentan una misma tendencia a la melodía pegadiza y a una emotividad irónica. En Cap Roig hubo espacio para todos los caminos que conducen a la misma Julieta. Con cierto énfasis por su versión más canónica, folclórica, cierto ideal de mexicanidad representado por piezas ocurrentes como Bien o mal (que abrió el recital), Original o las cuatro que interpretó del nuevo disco, aún inédito, que saldrá a la venta el 14 de agosto. Venegas advirtió que no insistiría demasiado en el nuevo material y así fue. Algunas de esas piezas de estreno ya son de dominio público, particularmente Ese camino, en la que alude, explicó, a aquello que pueda quedar en nosotros «de los niños que fuimos».

Una característica de Julieta Venegas es que, a diferencia de los autores que estiman que sus canciones ya hablan por ellos, a ella le gusta explicarse. «Esta canción es sobre...» Así, Porvenir, otra de las nuevas, va de la «desmitificación del destino»; Algún día, de la imposibilidad de evitar «los tropezones de la vida», y Los momentos, «de lo que hubiese sucedido si en vez de tomar un camino hubiésemos tomado otro». Puede sonar pretencioso, pero, en su voz y a su grácil manera, nada lo es. Venegas no hace difícil lo fácil, sino que convierte pensamientos con los que otros darían sermones en refrescantes, bonitas, a veces un poco sarcásticas, canciones con alma pop.

Vuelta al acordeón

Las últimas, a diferencia de las penúltimas, que eran más interioristas (Te vi ¿Por qué?, interpretada al teclado), sonaron de nuevo a aquella Julieta romántica aunque no pánfila, listilla y musicalmente tradicional que conquistó mercados con Me voy Andar conmigo. Piezas que no faltaron en un tramo final que incluyo Sin documentos, de Los Rodríguez. Con más acordeón, pero la misma Julieta.

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