En busca del asesino victoriano

La clausura de Sitges de este año se desarrolla, haciendo honor al tópico, entre cuchilladas y sangre, aunque también muchas otras cosas: 'The Limehouse Golem' es un barroco thriller de época (victoriana tardía) cargado de resonancias literarias y pictóricas y, en cierto modo, espíritu feminista.

Su director, el hispanofrancés Juan Carlos Medina, es adepto de los desafíos: "Es parte del interés de hacer cine", explica. "Hacer una película es como escalar una montaña. Tienes la ambición de hacer algo, y lo intentas y vas a por ello". En su primera película, 'Insensibles', a concurso en Sitges-2012, abordó un tema espinoso como la memoria histórica desde la óptica del thriller y la fantasmagoría. Para la segunda se ha trasladado a Inglaterra para adaptar una querida novela de Peter Ackroyd ('Dan Leno, el Golem y el Music Hall') y dar órdenes a actores de la veteranía de Eddie Marsan y Bill Nighy.

Este último encarna a John Kildare, detective de Scotland Yard a la caza de una especie de Jack El Destripador conocido como el Golem de Limehouse. Según Kildare, el asesino podría ser el marido de una actriz de music hall, Elizabeth (Olivia Cooke), al que se ha encontrado muerto por envenenamiento.

Muchos de los personajes que rodean a Elizabeth parecen tener cadáveres en el armario, incluyendo la actriz interpretada por María Valverde, quien de nuevo ejercita su inglés tras 'Gernika'. Con su enredadera de historias-dentro-de-la-historia y puntos de vista, casi se puede enlazar 'The Limehouse Golem' con un hito de este Sitges: 'La doncella' de Park Chan-wook. "Me gusta que me lo digas", dice Medina, "porque Chan-wook es uno de mis directores favoritos. Sin querer poner mi película a la altura de la suya, que es su obra maestra, sí que tienen elementos en común".

Pero los referentes visuales de Medina están, en esta ocasión, apropiadamente, en Inglaterra, "y en particular, el cine de los 70 de gente como John Boorman, Nicolas Roeg, Ken Russell… Ese estilo un poco romántico, caótico, barroco. La película tiene algo hitchcockiano por la parte del thriller, pero en términos de estilo es más loca y barroca".

Tras rodar en España e Inglaterra, ahora quizá lo hará en Francia. Medina, de madre francesa, hizo allí algunos cortos, pero este sería su primera largometraje; "una historia de cine negro, de corte policiaco". Si no, igual se pone a buscar la forma de hacer "un guion que tengo escrito en clave de ciencia ficción". Desafíos, toda la vida.