Historia, ¿qué historia?

Josep Maria Miró (Vic, 1977) ha demostrado tener un radar especial para detectar temas tan inquietantes como cotidianos. Este viernes estrena 'Cúbit'en el festival Temporada Alta. Si en su mundialmente famosa 'El principi d’Arquímedes' (2011) abordaba los miedos y prejuicios contemporáneoa a partir del drama de un monitor de natación acusado de ser demasiado cariñoso con un niño, ahora pone en tela de juicio las diferencias entre la historia y el relato oficial. 'In Memoriam', de Lluís Pasqual, el espectáculo que el mismo día inaugura el festival, también aborda la memoria histórica, aunque desde otra perspectiva.  

 "¿Qué es la memoria? Es un acto de construcción, de deconstrucción, pero también es un acto de convivencia", ha afirmado Miró. Y ha puesto como ejemplo lo ocurrido en España tras la muerte de Franco. "Siempre se ha dicho que la transición española fue ejemplar pero 40 años después vemos que hay heridas abiertas y muertos en las cunetas".  

En 'Cúbit', que esta noche llega a la Sala La Planeta de Girona, indaga sobre la manera de construir un relato oficial. "La historia, sea la que sea, siempre se explica con una finalidad partidista". El tema principal de la obra le rondaba desde hacía tiempo, pero se decidió a plasmarla en escena tras entrar en contacto con la compañía La Ruta 40. "Me siento afín con esta compañía, a la que he seguido. Me gustan los autores que eligen y también su teatralidad". En esta ocasión, Albert Prat, Alberto Díaz y Sergi Tordecillas protagonizan la obra junto a Anna Azcona.

La pieza evita "hablar de vencedores y vencidos". Todo transcurre en el seno de una familia progresista que se ha ido aburguesando. Las tensiones entre los personajes, sus palabras y sus silencios a la hora de revisar su propia historia dejan intuir que ocurre a otro nivel cuando se revisa el pasado.

UN INTRUSO EN CASA

‘Cúbit’ empieza cuando dos treintañeros, Albert Prat y Sergi Torrecilla, regresan un fin de semana a casa de su madre y descubren que "un intruso de su misma edad" se ha instalado allí y vive con ella. "La madre les cuenta que es su ayudante, que está colaborando con ella en la realización de una memoria de los 25 años de la fundación cultural que ha marcado a la familia". Hasta aquí todo podría parecer normal. Pero lo que no les cuadra a los hermanos es que el invitado sea precisamente el hijo del principal enemigo de su padre, un elemento crítico en los orígenes de la fundación de la cual nunca llegó a formar parte a causa de su muerte prematura.

"La trama muestra como el relato oficial y la realidad histórica no coinciden". El espacio escénico muestra una casa con jardín y sirve para visualizar la desconexión entre el interior y el exterior de las personas. Entre lo que se dice de cara a la galería y lo que se cuenta dentro. "Lo que nos muestran los personajes no coincide casi nunca con lo que de verdad les pasa. En el espacio íntimo, en el familiar y en el público adoptan dimensiones diferentes".

Este año Temporada Alta cuenta con 61  creaciones de autoría catalana. "Antes el teatro catalán, como la danza contemporánea, entraban por cuota ", ha recordado Salvador Sunyer, fundador y director de Temporada Alta. "Cada vez este es un país más normal".