Josep Maria Esquirol «Tenemos que mantener el tipo»

En 'La resistencia íntima: ensayo de una filosofía de la proximidad¿ (Acantilado / Quaderns Crema), Esquirol razona algo que ·la gente sencilla ha sabido siempre: vale la pena resistir», y el lugar desde donde hacerlo es lo más cercano

Josep Maria Esquirol, en la Facultad de Filosofía de la UB.

Josep Maria Esquirol, en la Facultad de Filosofía de la UB.

ERNEST ALÓS / BARCELONA

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-Parece que está más de moda hablar de resiliencia.

-Yo hago una opción muy intencionada de utilizar el lenguaje coloquial, que tiene una riqueza que a veces la pretendida cientificidad no consigue. La palabra resistencia forma parte de ese uso normal del lenguaje, y es muy rica.

-Usted hace una llamada a prestar atención a lo cotidiano.

-Podemos hacer discursos muy enrevesados y abstractos, pero nuestro punto de partida es la experiencia de la cotidianeidad, de la proximidad afectiva con los demás.

-La palabra autoayuda se ha mencionado muchas veces a la hora de hablar de este libro. Sería un equívoco que se debería deshacer, ¿no?

-De este libro se puede hacer una lectura poniendo atención a su estructura narrativa, pero también hay un diálogo con la filosofía contemporánea. No es un libro ni de divulgación ni de autoayuda, sino de reflexión filosófica. En las últimas dos décadas ha proliferado un discurso que genéricamente denominamos de autoayuda que ha hecho una perversión del discurso filosófico. Pensar tiene algo de curativo, pero quiero distinguir el pensar de la autoayuda que insiste desmesuradamente en la felicidad, el éxito y la positividad pero lleva a más frustración. Porque la condición humana es de dificultad, de estar a la intemperie. No todo es superable. Hay problemas que no se superan, que se afrontan. Hay una sabiduría, en el lenguaje de la gente sencilla que dice que se hace lo que se puede, que la autoayuda no tiene.

-Proximidad. ¿Significa compasión, caridad, solidaridad...?

-Significa la atención a las cosas que nos son muy próximas pero también indica la enorme importancia que tiene el diálogo con el prójimo, el próximo. Pensamos en diálogo. La situación de intemperie es la condición humana. Y ante esta situación el gesto natural es crear espacios de calidez y protección. Pensar que vale la pena mantener las cosas en pie y evitar que decaigan y se corrompan tanto tiempo como sea posible.

-Eso debe de ser vivir.

-Efectivamente. La idea del libro no es ninguna virguería intelectual, es algo evidente pero nos pasa desapercibido. Que vivir es en parte resistir.

-Llevamos unos años contestando aguantando resistiendo cuando nos preguntan cómo va todo.

-Si uno tiene la convicción de que tiene entre las manos algo que vale la pena, aunque el contexto juegue en contra, no por eso dimite. En general creemos que la vida vale la pena, que hay cosas que merecen ser conservadas y que aunque esto suponga ir contra corriente, tenemos que mantener el tipo.