ESTRENO EN EL POLIORAMA TRAS SU PASO POR TEMPORADA ALTA

Joglars, un regreso con ladridos

La histórica compañía vuelve a Barcelona tras siete años de ausencia con una versión de 'El coloquio de los perros', de Cervantes Ramon Fontseré, que tomó el relevo de Albert Boadella al frente del grupo, dirige y protagoniza la obra

Clásico revisado 8Escena de 'El coloquio de los perros'.

Clásico revisado 8Escena de 'El coloquio de los perros'.

MARTA CERVERA
BARCELONA

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Joglars regresan a Barcelona tras siete años de ausencia. La histórica compañía que ya no lidera Albert Boadella se ha instalado en el Teatre Poliorama con El coloquio de los perros, adaptación de una novela ejemplar de Miguel de Cervantes. En ella se ofrece una mirada crítica y divertida del ser humano como pudo verse en la última edición del festival Temporada Alta de Girona, donde se presentó tras el estreno del montaje en el Teatro Pavón Clásico de Madrid, sede de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Esta es la tercera adaptación que Joglars realiza a partir de una obra de Cervantes tras El retablo de las maravillas y En un lugar de Manhattan.

«Tengo muy buenos recuerdos del Poliorama. Espero que esta obra guste tanto como las de la trilogía de Ubú, PresidentDalí y Dr. Floit & Mr. Pla», explica Fontseré, para quien El coloquio de los perros ha representado su debut como director de Joglars. Albert Boadella, actual director de los Teatros del Canal de Madrid, abandonó Catalunya por sus desavenencias con el nacionalismo catalán y, tras 51 años al pie del cañón, cedió la dirección de la compañía a su actor fetiche. Pese al cambio en la dirección, la esencia de Joglars se mantiene. «Para nosotros el teatro es el arte del actor, es un concepto que siempre hemos mantenido», destaca Fontseré. De ahí que sus montajes no requieran de grandes escenografías sino que van a la esencia del juego escénico.

En El coloquio de los perros, Joglars desnuda la miseria e hipocresía de la condición humana a través de la visión de dos perros sabios que reivindican la libertad aprovechando que, durante una noche, adquieren el don del habla. Ambos están en la perrera y entablan una conversación con Manolo, el vigilante. «La obra habla de la necesidad de sobrevivir y de la aceptación del destino», destaca su director. Aunque esta novela es del siglo XVII, muchas de las situaciones que aparecen son de gran actualidad. «Como ocurre con los textos de Séneca o de Montaigne, las obras de Lope, Calderón y Cervantes nunca pasan de moda», apunta el actor y director de Torelló.

Fontseré interpreta a Cipión y Pilar Sáenz a Berganza, la perra que le acompaña. «Lo más difícil fue encarnar a los animales con dignidad. No queríamos parodiarlos, ni imitarlos», dice. Les ha bastado un gorro y una gabardina, que sugiere un aire de vagabundo, como el de los perros callejeros que se dedicaron a observar para preparar la obra.

Sede en Catalunya

«Ensayamos como siempre en la cúpula de Pruit [Osona]. La compañía siempre ha tenido la sede en Catalunya», dice Dolors Tuneu. Ella y Xavi Sais encarnan a los diferentes personajes y animales que acompañan a Cipión y Berganza en sus peripecias. Y Xevi Vilà es Manolo. «Volver a Catalunya es lo más normal del mundo», afirma Vilà. «Nunca nos hemos ido. Nuestra casa y nuestra sala de ensayos siempre ha estado en Pruit», insisten Tuneu y Sáenz. Sin el polémico Boadella como piloto de la nave, parece más fácil que este regreso no sea algo esporádico.