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Joey es un genio

MIKEL LEJARZA

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En un panorama audiovisual que cambia diariamente, las sitcoms o comedias de situación, se han convertido en una de las señas de identidad más apreciables de la televisión de EEUU, en contraposición con los modelos generalistas de otros países. Comedias las hay en todos los lugares del mundo, pero el formato y estructura ideados en los años 50 ha ido evolucionando hasta el punto de que series similares a las exitosas The Big Bang Theory, por poner un ejemplo bien conocido por todos, prácticamente solo se producen para el prime time estadounidense de las cadenas en abierto. Entre nosotros son productos que llenan muchas horas de programación en canales secundarios y temáticos, gracias a lo bien que aguantan las repeticiones los buenos chistes, pero las comedias en el prime time nacional exigen de mayor duración, más personajes, y se basan más en situaciones que en la sucesión constante de gags. Con alguna brillante salvedad, que casi siempre viene desde el Reino Unido, las sitcoms de corta duración, y ya muchas de ellas grabadas en exteriores y con una única cámara, son cosa de la televisión de EEUU en abierto. Han pasado los años de Cheers, Friends o Seinfeld, pero en medio de la nueva edad de oro del drama televisivo , semana tras semana Sheldon Cooper sigue el frente de las audiencias.

Quizás debido a ello, algunas ofertas de televisión de pago llevan un tiempo produciendo sitcoms más sofisticadas también para sus programaciones. Una de Las mejores es Episodes, creada por David Crane (autor de Friends ) y Jeffrey Klarik (productor de Mad About You) y con la BBC detrás, que se lleva emitiendo en Showtime desde comienzos del 2011. La historia a lo largo de sus 34 capítulos hasta la fecha es muy divertida. Una pareja británica formada por dos guionistas  viaja a Los Ángeles para adaptar a un canal de televisión en abierto estadounidense una serie que en su país de origen ha sido un éxito de crítica y público. Cuando llegan, los directivos del canal les imponen como protagonista a Matt Le Blanc, el atolondrado Joey de Friends, que se interpreta a sí mismo. El problema estriba en que en la versión original en Reino Unido, el mismo papel estaba interpretado por un aclamado gran actor teatral , mayor en edad, pero excelso en presencia y perfecto para el rol de un sabio profesor. En la nueva versión, su sustituto es el engreído, regular intérprete, ignorante y golfo, pero inmensamente rico y popular actor que se hizo famoso protagonizando a un estúpido integral. Joey dando clases. El disparate inicial lleva a los autores de los guiones a mostrar una genial mirada, llena de cariño, pero también ácida, dura y crítica, y en muchos casos hilarante, sobre el día a día de una cadena. Un mundo con más egos que talentos, con más ambición que amistad  y en el que Matt Le Blanc, en una version mejorada de sí mismo, según propia confesión, se redime de todos sus pecados riéndose de sí mismo y de sus excesos con una sinceridad apabullante, interpretando a un cínico adorable. Ignoro cuánto hay de verdad en el juego, pero, o es un actor maravilloso, o un tipo valiente . En cualquier caso, una serie divertidísima y un personaje único.