ESTRENO

Joaquín Cortés reivindica su estilo en 'Esencia'

El bailarín y coreógrafo imprime nueva fuerza a la fusión flamenca en su nuevo espectáculo, en el Tívoli hasta el 21 de mayo

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MARTA CERVERA / BARCELONA

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A sus 48 años Joaquín Cortés sabe que le queda poco por demostrar. Triunfó muy joven bailando con su torso desnudo en coreografías impactantes que trascendían el flamenco tradicional. Con la fama y el reconocimiento llegaron también los 'shows' montados para grandes estadios, una fiesta con baile, luces y sonido siempre en directo. El bailarín y coreógrafo acaba de regresar al Tívoli para estrenar 'Esencia', su décimo espectáculo.

En él recorre su vida y sus desafíos artísticos, una historia de lucha, sueños, aplausos y esfuerzo. "Empieza con el sueño de un niño que quería bailar como yo era", ha explicado en la presentación de su nuevo 'show' el artista. El montaje incluye un cuerpo de baile con nueve bailarinas, dos solistas a parte de él y un equipo de 17 músicos. Muchas de las chicas fueron elegidas tras un 'casting' al que se presentaron más de 500 aspirantes. "Venían de todo el mundo y, aunque las había con talento en otros estilos, el flamenco y la danza española no era lo suyo", recuerda.

SIGUE SU PROPIA HISTORIA

Su nuevo espectáculo sigue su historia. "Veremos cómo empecé, el origen de lo que soy, mi presente y mi futuro. Mi sello siempre ha sido la fusión", afirma el Cortés. Reconoce que, como estudiante de danza, tanto podía haber acabado en Rusia, donde le ofrecieron una beca para estudiar clásico, como en España, cuna del flamenco y la danza española, donde estudió. "En realidad, 'Esencia' es un regalo para el público que siempre me ha apoyado", confiesa.

Cortés, que triunfó desde muy joven y ha actuado en los escenarios más importantes del planeta, lamenta no tener ningún sucesor a la vista. "Ojalá antes de que cuelgue las botas aparezca alguien, un hombre o mujer. España ha sido tierra de grandes artistas como Antonio, Carmen Amaya, Vicente Escudero y Antonio Gades".

No descarta formar su propia escuela de danza. "Ya me lo han ofrecido en muchos sitios: Moscú, Tokio, Miami, Nueva York y Cuba. Pero mi obligación moral es montar primero una escuela en España". Algo fundamental impide desarrollar el proyecto: la financiación. "Aquí, como los políticos se llevan el dinero al extranjero, cada vez queda menos para la cultura. Se valora poco, no así el deporte que va creciendo. ¡Si al final hasta me ha acabado gustando el fútbol porque lo ponen a todas horas!", bromea.

CRÍTICA A LA ENSEÑANZA

Cortés ha lamentado también la falta de buenos profesores. "Mi generación tuvo la suerte de contar con grandes maestros y coreógrafos. Hoy en día es diferente. A las bailarinas que selecciono para mis espectáculos he tenido que reeducarlas porque les falta técnica. Y no es culpa suya", advierte. "Habrá excepciones pero, en general, hay mucho profesor por ahí que no tiene ni idea. Me temo que hay mucho bailarín frustrado que se recicla en profesor". 

Cortés inisite en la necesidad de formarse. "Ahora cualquiera que está empezando quiere ser bailarín profesional. Yo me he pasado horas y años en estudios machacándome para aprender a hacer piruetas. Nadie nace enseñado. Lo primero es formarse. El problema es que todo el mundo se cree que bailar es fácil".

NUEVO FILME

El bailarín que en los últimos años se ha prodigado en programas de nuevos talentos en Portugal e Italia, intervendrá el próximo año en una película internacional. "No puedo contar mucho, solo decir que es un filme independiente donde participan grandísimos actores". 

De momento, tanto el cine como la televisión no figuran entre sus prioridades. Su ilusión es serguir bailando. "Yo he nacido para estar en el escenario. El día que me lo quiten me voy a morir. No sé cuántos años más voy a bailar pero, mientras esté en forma, seguiré".