Joan Saura, pionero en todo

Desde hace algo más de un año, en un aula del Taller de Músics de Barcelona hay un equipo completo para hacer música electrónica, con los discos duros llenos de sonidos. Está a disposición de los alumnos que quieran seguir trabajando a partir de esos bancos de datos. Pertenecía a Joan Saura Martí, compositor, improvisador y teclista, que falleció en octubre de 2012 a los 58 años víctima de un cáncer. En vida compartió su saber con todo aquel que se lo pedía, y el aula que lleva su nombre recoge de alguna forma ese carácter.

Saura fue pionero de las músicas experimentales en casi todos sus frentes, desde el lenguaje layetano de los años setenta a la libre improvisación, y tendió un puente hacia la danza contemporánea como compositor. Fue un artista comprometido con la búsqueda de lo nuevo, de lo que estaba por hacer, y en todos esos campos se ganó respeto y amistades. «La última sorpresa que nos dio fue la cantidad de gente que acudió a su funeral», recuerda el bajista Eduard Altaba, uno de sus amigos más íntimos, y uno de los organizadores del homenaje colectivo que se celebra hoy y mañana en el Mercat de les Flors dentro del festival Grec.

Bajo el nombre de Prop de la música del teu nom, que toma el título de un poema de Feliu Formosa, un total de 45 músicos, bailarines y videoartistas celebran el legado de Saura en un programa que es el reflejo de la gran diversidad de su trabajo. «Por encima de todo fue una persona muy abierta. Rara era la música que no le interesara aunque solo fuera un poco», asegura el bailarín y coreógrafo Andrés Corchero. Saura puso música a muchas de sus piezas y dio su última actuación junto a él. «Dejó un vació muy grande; yo aún no he encontrado otra persona con la que me entienda tanto».

FIESTA DE RECUERDO EN DOS PARTES / Hoy a las 22.00 horas, Corchero subirá al escenario del Mercat con Nuno Rebello, Agustí Fernández y Liba Villavecchia. Estos dos últimos fundaron en 1998 junto a Saura y Corchero el colectivo de improvisadores I.B.A. y dieron impulso a una escena artística que hoy es una realidad.

Y, mañana, a partir de las 17.00 horas, la obra de Joan Saura volverá a los escenarios en forma de solos y duetos de danza, de proyecciones de vídeos y de intervenciones de músicos con los que trabajó. Quince de ellos se han constituido en orquesta para interpretar composiciones de Saura con nuevos arreglos. «Aún ahora, después de un mes de ensayos, nos sorprende lo buenas que son esas piezas», dice Altaba, que entiende el homenaje como una celebración de Saura pero también como una reivindicación de los que quedan y son «como Joan». O sea, «personas para las que la música y la danza son vitales y que no estamos dispuestas a tirar la toalla aunque la situación sea tan difícil».

Los implicados en el homenaje son muchos, pero sospechan que no están todos los que querrían despedir a Joan Saura. Así que la celebración de mañana acabará con una improvisación de danza y música abierta a todo el que quiera participar. «Él mismo lo decía. Esta música no se acaba», sentencia Altaba.