CRÓNICA

Joan Dausà, tristeza convertida en humo

El cantautor cerró un feliz ciclo de cuatro años en el Palau en cómplice diálogo con el público y arropado por un cuarteto de cuerda, un coro y la voz de Sara Pi

Concierto de Joan Dausà en el Palau de la Música

Concierto de Joan Dausà en el Palau de la Música / periodico

JORDI BIANCIOTTO

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hace cuatro años, Joan Dausà era un joven actor al que una voz interior le susurraba que probara fortuna en la música, su pasión oculta. "Si esto funciona, puede condicionar mi vida", advertía con prudencia a este diario en el momento de publicar su primer disco, 'Jo mai mai'. Pues parece claro que sí, que ha funcionado, y su repertorio de canciones tristes para superar la tristeza se ha convertido en un motivo de celebración, doble para ser precisos, estos días en el Palau de la Música, en el marco del Banc Sabadell Festival Mil·lenni.

Dausà cerró un ciclo el domingo (repite este lunes) con un recital, ‘La festa final’, de quema de naves, en el que combinó el preciosismo (una banda de acompañamiento con cuarteto de cuerda, un coro en el tramo final...) con las licencias propias del último día de clase, cuando el profesor permite que los alumnos asalten la tarima y dibujen garabatos en la pizarra. Fueron dos horas y cuarto de esa canción pop de esencias recogidas, que invoca sentimientos, fragilidades y sueños; un repertorio integrado por piezas de sus dos discos y sus dos bandas sonoras ('Barcelona nit d’estiu' y su reciente prolongación invernal) con el que Dausà puso, según dijo, un "punto y coma" en su trayectoria.

PETICIÓN DE MATRIMONIO

Abrió el rectital con 'Quan soni la tendresa', una canción que alude a la muerte y evoca el clásico 'Tendresa', de Lluís Llach, dibujando así los contornos de la noche a partir de la sensibilidad anímica y una idea de fugacidad del momento. Cancionero suave que cobró una corpulencia más pop, mirando de reojo a Coldplay, en 'Quan tothom dorm'. Con invitados como el niño Jan, que interpretó con decisión 'Teo va a l’escola'. Y un desfile de fans que atendieron a la llamada de hacer lo que les diera la gana durante 20 segundos. Montse no perdió el tiempo: "'Màrius, et vols casar amb mi?'". Hubo respuesta afirmativa del afectado. Menos mal.

{"zeta-legacy-video":{"videoId":"1600191"}}

En el otro extremo, un Dausà al piano, en preciso diálogo con la violoncelista Núria Maynou, en 'Si ens veiessis' y '1979', con Sara Pi como voz invitada. La oscura 'Més enllà' y la escalada emocional de 'Nit de reis', con un coro de 12 voces, modularon el repertorio entre la intimidad y la celebración, camino de unos bises que incluyeron una versión del 'Eye in the sky', de Alan Parsons ('Ja no et brillen mai'), con ritmo festivo, y la popular 'Jo mai mai'. "No es nuestra canción preferida, pero hizo posible lo que está pasando", apuntó Dausà. Clímax de un recital que convirtió las penas en motivo de júbilo de la mano de amigos y cómplices, quizá acogiéndose a aquella invitación del maestro Sisa. "'Benvinguts, passeu passeu, de les tristors en farem fum...'".