ICONO ROCK

Retrato de Jerry Lee Lewis, un rockero entre Dios y el diablo

La celebrada biografía de Jerry Lee Lewis, 'Fuego eterno' fue publicada en 1982 por el escritor Nick Tosches. Hablamos con el autor del libro sobre el personaje y su retrato.

JERRY LEE LEWIS

JERRY LEE LEWIS / EPC

JUAN MANUEL FREIRE

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Cuando se publicó originalmente en 1982, 'Fuego eterno', el libro de Nick Tosches sobre el rockero Jerry Lee Lewis, fue considerado por 'Rolling Stone' nada menos que «la mejor biografía de rock and roll jamás escrita». Había motivo: lejos de la biografía típica y del mero encadenado de datos, 'Fueto eterno', de la editorial Contra, era más bien una (breve) gran novela. Sin dejar de lado la investigación contrastada, Tosches se acercaba a Lewis con una literatura oscura y visceral, cargada de referencias bíblicas.

Para el autor, que ha alternado entre el periodismo, la biografía, la novela y la poesía, no existe tanta diferencia entre ficción y no ficción. Explica a este suplemento: «En una obra de no ficción, un escritor está atado a la verdad. En una novela, un escritor está libre de toda constricción. Pero la escritura de la verdad y la escritura de la ficción pueden ser experiencias igual de liberadoras».

Tosches escribe 'Fuego eterno' con tal intensidad que, por momentos, se diría que puede identificarse con este músico dividido entre el respeto a Dios y la atracción por el lado oscuro de la vida. Escribe sobre otro como si fuera su propia vida en ello.

Sus referencias en el género biográfico no son tanto autores como obras específicas: «La vida del explorador Richard Burton por Fawn Brodie. La de Henry James por Leon Edel. La de Ezra Pound por Humphrey Carpenter. Hace menos, 'The English Opium-Eater', una vida de Thomas De Quincey por Robert Morrison. Si alguna vez siente que ha tenido una vida dura, lea ése», recomienda al periodista.

Pasión por la vida

Su tercera boda –con su prima de 13 años Myra Gale Brown– arruinó su carrera, que no resucitó hasta finales de los 60 y convertido Lewis del rock and roll a la música country.

Si eligió a Jerry Lee Lewis para su primera biografía -después vinieron otras, de Dean Martin o el boxeador Sonny Liston- fue por «la magnitud de ese personaje y esa vida. Más allá de Faulkner, más allá del Viejo Testamento. No solo fue un gran personaje, sino un personaje único y fascinante», explica.

Tosches no revela cuál fue exactamente su primer contacto con el músico, pero nos brinda una respuesta llena de brillo poético: «Era un niño, de quizá seis o siete años, cuando lo vislumbré por primera vez. Muchos años después, después de haber escrito este libro, miraba desde la isla de Marettimo, al oeste de Sicilia, y vi un brillo extraño, sombrío y fiero en el oscuro cielo de la noche. Luego me explicaron que era arena roja girando en el viento sobre África. Así fue mi primer recuerdo de Jerry Lee Lewis: una misteriosa, fiera profecía en el horizonte, un presentimiento de la tormenta por venir».

Raíces profundas

El libro arranca con una descripción de la noche en que Jerry Lee Lewis, también conocido como 'The Killer', se acercó a la mansión de Elvis con malas intenciones (y una pistola de bolsillo). Fue detenido antes de que el asalto pasara a mayores.

Lo que sigue no es un 'flashback' a la infancia del músico, sino una exploración de los ancestros de Lewis y su vida en Snake Ridge, antiguo asentamiento (tan antiguo e insignificante que no está ni en los mapas) de granjeros pobres. Desde allí, su familia se mudó a Ferriday porque allí vivía un pariente pudiente, Lee Calhoun (Lewis debe su segundo nombre al Tío Lee).

Jerry empezó a cantar en aquella localidad del Profundo Sur, en una iglesia de la Asamblea de Dios del movimiento pentecostal.

Escándalo tras escándalo

Nuestro antihéroe aprendió a temer a Dios, pero cayó en escándalo tras escándalo. Disparó a su bajista, se casó con su prima segunda de 13 años, Myra (teniendo él 22), fue hospitalizado por abusos de anfetamina… El farmacéutico que compartía con Elvis afirmó en una ocasión que Lewis podía ingerir entre ocho y diez cápsulas de anfetamina antes de cada actuación. «Era un hombre ­-dice Tosches- que, si no existiera el infierno, se lo crearía él para sí mismo».

Hace años, Lewis hablaba sobre el escritor en estos términos en una entrevista con GQ: «Oh, Tosches está tan lleno de mierda como un pavo de Navidad. No sabe de qué está hablando… Voy a volarle la cabeza». Así es Jerry Lee.

Solo queda vivir

Para los más cinéfilos, Jerry Lee Lewis siempre será Dennis Quaid, quien lo encarnó en 'Gran bola de fuego', biopic de 1989 cuyo tono ligero poco concuerda con la oscuridad del volumen firmado por Tosches. ¿Qué piensa el escritor de este filme? «No mucho», dice sin más.

La película se basaba en un libro escrito por la propia Myra, su prima segunda convertida en su esposa, y cuenta en clave de comedia romántica una historia que, para otros, no tiene ninguna gracia: ¿era él un manipulador y ella una niña engañada? La película apunta a ello, pero gana la diversión.

Cabe soñar qué podría hacer, digamos, Scorsese con un libro como 'Fuego eterno'. Pero la biografía de Tosches que interesaba al director de 'Uno de los nuestros' no era esa, sino la de Dean Martin. Durante mucho tiempo se habló de una adaptación. ¿Sigue en marcha? «No, no me dicen nada», cuenta el escritor. «La única película en la que tengo algo que ver que me interesa es la que quiere hacer Johnny Depp de 'El manuscrito de Dante'», reconoce.

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