CRÓNICA DE MÚSICA

Jackson Browne y Raúl Rodríguez, volando a través del son

El músico californiano y el andaluz exhibieron complicidades artísticas y emocionales en un sustancioso recital conjunto en la sala Apolo

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JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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Dado que Jackson Browne no tiene ninguna necesidad de complicarse la vida emprendiendo proyectos con encantadores músicos que viven a 10.000 kilómetros de su hogar californiano, damos por hecho que la principal razón de su colaboración con Raúl RodríguezRaúl Rodríguez tiene que ver con la sintonía que les une y con el puro disfrute musical. Sensación que quedó reafirmada viendo a ambos músicos cruzar dulces acordes y miradas a su paso, este viernes, por la sala Apolo.

El recital, ‘Song y son’, presentado en una gira española de seis fechas a los que, en un futuro no lejano, seguirán muy probablemente nuevos trayectos por tierras estadounidenses, sirvió poéticas metáforas sobre el entendimiento entre creadores más allá de fronteras y disputas políticas. Pero, sobre todo, fue una experiencia artística de altos vuelos en la que canciones muy asentadas, las de Browne, adquirieron otras formas y otros sabores comunicando mucho más allá de lo que su autor pudo haber imaginado cuando las compuso.

CONTACTO ELÉCTRICO

Los nuevos tejidos los aportó Raúl Rodríguez, que abrió la noche con sus cuatro dotados cómplices a bordo de canciones propias. Empezando por un estreno, ‘La lengua corta’, destinada a su próximo disco, ‘La raíz eléctrica’, que saldrá este invierno, una pieza que, apuntó el hijo de Martirio, compuso hace pocos días. “Somos grandes amantes del gol al minuto 90”, bromeó. Aires flamencos en contacto con la guitarra eléctrica usada ahí por Mario Mas, insinuando un rumbo hacia las periferias visionarias del rock. Rodríguez ha incorporado un instrumento inédito, el tres eléctrico, que lució en otra pieza nueva, ‘Canción del corazón’.

En ‘Let the rhythm lead’ apareció Browne para cantar su parte en inglés. Y ahí se quedó, al frente de la banda, emprendiendo un viaje a su repertorio que comenzó nada menos que con ‘These days’, canción que cedió a Nico hace casi 50 años. Con palmas, conservando su delicadeza original, y dando paso a otras texturas en piezas como las antibelicistas ‘Lives in the balance’ y ‘The crow and the cradle’. La música de Browne adquirió suaves tonos mediterráneos y tropicales, pinceladas de virtuosismo con sentimiento y, en ‘Sergio Leone’, un hipnótico ‘groove’ del sur, envolvente y sin prisas, apuntalado en la batería de Aleix Tobias, la percusión de Pablo Martín Jones y el bajo de Guillem Aguilar.

CITA CON JAVIER MAS

Fue gracioso ver a Browne colocándose delante de Rodríguez, en ‘Live nude cabaret’, muy atento a sus pulsaciones, como aprendiendo de él. Diálogo en doble dirección, enriquecido más si cabe cuando entró en escena Javier Mas, padre de Mario. Su archilaúd guió la singladura de ‘Too many angels’ y ese clásico moderno de Cohen, ‘A thousand kisses deep’, que con tanta sensibilidad sabe adaptar Browne. “Una canción en la que es muy fácil perderte”, apuntó.

De ahí a la llamada a la conciencia de ‘The next voice you hear’, sólida y especiada, y un desenlace más diáfano con ‘Niño’ y ‘Volando voy’, de Kiko Veneno, a golpe de rumba. Browne, haciendo suyo el estribillo en castellano: “Volando voy / volando vengo / Por el camino yo me entretengo”. Y en ese camino está una buena parte del sentido.

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