Carne y flatulencias

MÁS ALLÁ DE LA CRUDEZA

Lo peor que se le puede hacer a 'Grave (Crudo)' es presentarla o definirla como “la película que causó desmayos en Toronto”. Porque el debut glorioso de Julia Ducournau no se basa en el choque, sino que se apoya (ocasional y brevemente) en imágenes crudas para trazar el retrato por otra parte sensible de una caníbal a su pesar. Por el camino, compara sugestivamente canibalismo con sexualidad incipiente y cuenta una historia de amor fraternal que parte el corazón.

PEDOS, ERECCIONES Y EMOCIÓN

“Un flatulento y erecto Daniel Radcliffe ahuyenta al público en Sundance” Daniel Radcliffe. Esta escabrosa noticia fue una de las más leídas de la sección de Ocio y Cultura de EL PERIÓDICO durante varias semanas. Más allá del llamativo reclamo escatológico, 'Swiss army man', ópera prima de Dan Kwan y Daniel Scheinert, es una de las propuestas más sorprendentes de este Sitges: un cuento existencialista emotivo, poético y, al mismo tiempo, repleto de pedos y erecciones en torno a la soledad, el vacío y el amor, a partir del hilarante encuentro entre un náufrago suicida (Paul Dano) y un cadáver (Radcliffe). Ovación cerrada y aroma a premio.

ÚTERO MATERNO INFERNAL

El público de Sitges está granado en esto de las impresiones fuertes, pero 'Tenemos la carne', sofocante ópera prima del mexicano Emiliano Rocha Minter, provocó nutridas deserciones en algunos de sus momentos más incómodos. El incesto, la necrofilia, el canibalismo y otras lindezas campan sin demasiados filtros por este relato de poética excesiva y enfermiza, heredera de Gaspar Noé y Andrezj Zulawski, en el que una pareja de hermanos caen en las redes luciferinas de un tipo que está construyendo en su escondrijo una especie de infernal útero materno.

PASE GOLFO MELANCÓLICO

‘Midnight special’ solo tuvo una proyección en Sitges y, además, de madrugada (en sesión especial). Extraña suerte para una película que habría interesado a mucho público en estos días de fascinación por el universo ochentero reelaborado de ‘Stranger things’. El filme de Jeff Nichols comparte referencias con la serie de Netflix, pero se mueve a un ritmo distinto: a fuego lento, muy lento, sin miedo a la paciencia. Es fácil dejarse arrastrar por ella y, a la altura del majestuoso desenlace, hasta abrumar.

OTRA SEMILLA DEL DIABLO

Maternidad y pesadilla han rimado de maravilla en el pasado: véanse 'La semilla del diablo', 'La mosca' de Cronenberg, algunos incluso dirán 'Al interior'. El director Ali Abbasi se acerca a un embarazo maléfico como si nadie lo hubiera hecho antes en 'Shelley', cuya minúscula premisa (madre de alquiler descubre tener algo misterioso dentro) no acaba de ir en ninguna dirección inédita ni se traslada a la pantalla con suficiente capacidad sugestiva. Y no, no sale ningún Frankenstein.