Ibrahim Maalouf: "Mi único precepto es que cada nota sea honesta"

El trompetista franco-libanés presenta en el Teatre Apolo su disco de homenaje a la diva egipcia Um Kalthum

Ibrahim Maalouf

Ibrahim Maalouf / periodico

JUAN MANUEL FREIRE / BARCELONA

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Ibrahim Maalouf, prodigio franco-libanés del jazz, virtuoso de la trompeta y ascendente compositor de música de cine, visita el Teatre Apolo el jueves (21.00 h.) para presentar 'Kalthoum', su homenaje a la diva egipcia Um Kalthum en clave de jazz neoyorquino, en el marco del festival Mil·llenni.

Sus últimos discos, 'Kalthoum' y 'Red & black light', son ambos homenajes a la mujer.

Pero no fue algo que buscara a conciencia. No los pensé como un díptico, simplemente dio la casualidad que los dos proyectos se cruzaron en el tiempo. Trabajo en mi música de forma más instintiva.

La cantante Um Kalthum fue una parte importante de su infancia. ¿Cuál es su primer recuerdo de ella?

De mi infancia y de la de toda la gente de los pueblos árabes, durante mucho tiempo. No sabría decirle un recuerdo en concreto. Solo que su música era lo que más sonaba en mi casa. Kalthum era una gran, gran estrella.

Ha trasladado uno de sus mayores éxitos, la suite 'Alf leila wa leila', a un estilo de jazz neoyorquino.

Era una idea que me excitaba: tomar esa suite, trabajar en ella, y convertirla en algo que podría tocar una banda de jazz de Nueva York. El propósito esencial era convertirla en jazz moderno.

Después, 'Red & black light' rinde tributo a mujeres algo más anónimas, pero igual de importantes para usted: las mujeres de su familia.

Su inspiración ha estado siempre detrás de mi música. Quería remarcar la importancia de la familia, de las cosas esenciales de la vida.

Es bastante diferente a 'Kalthoum' y abraza influencias muy diversas, del pop al electro, pasando por el R&B (incluye una relectura de Beyoncé). Escucha de todo, parece.

Escucho pop, hip hop… Todo lo que suena en la radio, en realidad. Me gustan las canciones populares. No soy solo un trompetista de jazz. ¡Soy un ser humano! Una persona como otra cualquiera.

El disco se escucha con facilidad, pero si uno pega la oreja, se advierte complejidad.

Esa era la idea. Hacer algo sustancioso sin llegar al exhibicionismo. Mi banda y yo pasamos mucho tiempo haciendo el disco, pero la idea era que después no se notara.

En los últimos tiempos ha compuesto un montón de bandas sonoras. ¿Qué es lo que más le atrae de ello?

Poder tocar diferentes estilos. Me encanta explorar distintos estilos. He pasado 28 años tocando clásica, y me encanta, pero no tengo prejuicios. Mi único precepto como artista es que cada nota sea honesta.

¿Qué puede contarnos del directo del jueves?

Estará dedicado a 'Kalthoum' y tocarán conmigo algunos de los mejores músicos jazz que puedas encontrar en Nueva York, como el batería Clarence Penn y el pianista Frank Woeste.

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