CRÓNICA. Clean Bandit triunfa con 'New eyes'

House y clásica

JUAN MANUEL FREIRE
BARCELONA

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La idea de combinar música electrónica e instrumentos y muestras de música clásica no es exactamente nueva -podemos hablar de Arthur Russell o, por qué no, Luis Cobos-, pero Clean Bandit es el primer grupo en cierto tiempo en llevarla a lo más alto de las listas. Su primer álbum, New eyes, con apropiaciones bailables de cuartetos de cuerda de Mozart e himnos house-pop con chelo y violín, ha sido un éxito sorpresa. (Uno de sus temas, Rather be, llegó al cinco de singles en nuestras listas).

El miércoles presentó su cóctel en directo en Razzmatazz 2 y, pese a un repertorio desigual, logró convencer. Percusiones electrónicas, batería real, cuerdas y voces -de Elisabeth Troy y Florence Rawlings- sonaron rotundas y en perfecta comunión. Todo estilizado y con brío. Un regalo inesperado: la versión del hit de Robin S Show me love.