Houellebecq vuelve a provocar

En 'Sumisión', a la venta en enero, el autor francés fabula con un presidente musulmán en el Elíseo

Michel Houellebecq.

Michel Houellebecq.

EVA CANTÓN / PARÍS

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Una Francia fracturada, con las calles a un paso de la revolución y el Frente Nacional a las puertas del poder. Podría parecer un augurio del futuro inminente del país vecino pero estamos en el año 2022, al final del segundo mandato del socialista François Hollande, que cederá su puesto en el Elíseo a Mohamed Ben Abbes, miembro de La Hermandad Musulmana, tras vencer en el segundo turno de las presidenciales a la ultraderechista Marine Le Pen. Todo gracias a la alianza entre el Partido Socialista y la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP). Esta amalgama de personajes reales y situaciones ficticias con islam al fondo es la última provocación del escritor francés Michel Houellebecq. Sumisión,pero la sinopsis que se ha difundido estos días para caldear el ambiente literario del nuevo año anuncia un divertido debate en torno al polémico autor de El mapa y el territorio, premio Goncourt 2010.

Narrada a través de la voz de François, un depresivo y nihilista profesor universitario especialista en Huysmans, Sumisión habla de la atracción que ejercen los extremos en una sociedad dividida. SumisiónSu protagonista se enfrenta a la disyuntiva de elegir entre una conversión al islam, si quiere conservar su puesto en la Universidad islámica de París (París III) que ahora está regida por un presidente propalestino y cuenta con secretarias que se pasean con velo, o renunciar a la docencia y pedir la jubilación.

En las 300 páginas que ocupa la novela reaparecen sin sorpresa temas clásicos de la galaxia HouellebecqPor eso el título remitiría también a la sumisión del hombre a sus pulsiones, vector que también atraviesa la obra del autor de Plataforma. Sus detractores recuerdan que Houellebecq se vio enfrentado a la justicia por «provocación a la discriminación, el odio o la violencia hacia las personas por su pertenencia religiosa » y a una denuncia por injurias interpuesta por las asociaciones de musulmanes y la Liga de derechos humanos. El motivo, haber declarado a la revista Lire durante la promoción de Plataforma que «la religión más gilipollas es sin duda el Islam». Aunque fue exculpado de los cargos, tratándose de alguien que considera el islam en estos términos nadie duda de que su nueva obra no será una risueña utopía celebrando las alegrías de la vida comunitaria», advierte en su reseña el semanario L'ObsDe momento, lo que ha trascendido de la sexta novela del ácido escritor francés ha generado una multitud de comentarios en las redes sociales. «Creo que Houellebecq encarna bastante bien lo francés más rancio», escribe en Twitter un internauta.