Visita de los creadores de uno de los programas de dibujos animados preferidos de los niños

La imaginación es la reina

Los autores de 'Hora de aventuras' destacan que la serie «no es paternalista ni condescendiente»

Lamb, Paroline y North, ayer.

Lamb, Paroline y North, ayer.

JUAN MANUEL FREIRE / BARCELONA

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Además de una famosa serie de animación, influyente como pocas de los últimos años, Hora de aventuras es también una serie de cómics que se ha ganado una gran reputación por méritos propios. «De hecho, hay gente que primero lee el tebeo, y después empieza a ver la serie», dice el guionista Ryan North.

Ryan es uno de los tres vértices del equipo del tebeo, lanzado en febrero del 2012 (aquí arrancó con un primer volumen en el 2013 y acaba de salir el quinto, siempre en Norma). Los otros son Shelli Paroline y Braden Lamb, dibujantes con experiencia en trasladar franquicias a la viñeta (Ice Age y Los Muppets, por ejemplo).

En su primer año, Hora de aventuras, el tebeo, se hizo con hasta tres nominaciones a los Eisner, algo así como los Oscar del noveno arte. Consiguió uno de ellos: el de mejor publicación para niños de 8 a 12 años. Los autores coinciden en señalar que, por otro lado, el atractivo de las aventuras de Jake y su perro mágico Finn es universal.

«Los niños mayores y los adultos disfrutan con ellas porque no son paternalistas ni condescendientes; no hablan al niño como se suele hablar a un niño. Solo nos exigieron dos cosas: que nadie se quitara la ropa y nadie dijera tacos», explica North.

Como en otras creaciones supuestamente infantiles de los últimos años del estilo de Bob Esponja, aquí la imaginación es reina. O casi sería mejor decir locura. No existen límites. «Las historias pueden ir hacia cualquier lado», apunta North. «Hay un episodio de la serie [La gruta, de la primera temporada] que empieza como una parodia del juego de rol Dragones y mazmorras, pero después parece una película de terror», sostiene Lamb.

Manga y anime son una gran influencia del tebeo, según comenta Paroline: «Parece que no, pero pasan muchas cosas todo el tiempo en estas páginas. Parece simple pero no lo es. El manga puede ser así. Me gusta One Piece por su estilo florido y sus villanos ridículos».