UN CONFLICTO DE INTERESES ENTRE MÚSICA Y FÚTBOL

¿PJ Harvey o Messi?

La organización del San Miguel Primavera Sound se halla en un auténtico quebradero de cabeza al coincidir la final de la Champions League con la tercera jornada del festival

Ambiente de jolgorio en la edición del 2009 del Primavera Sound, en el Fòrum. Abajo, PJ Harvey, que debe actuar el mismo sábado de la final.

Ambiente de jolgorio en la edición del 2009 del Primavera Sound, en el Fòrum. Abajo, PJ Harvey, que debe actuar el mismo sábado de la final.

JULIÁN GARCÍA
BARCELONA

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La clasificación del Barça para la final de la Champions League ha metido en un auténtico embrollo a los organizadores del festival San Miguel Primavera Sound. El Barça-Manchester United se disputará el sábado 28 de mayo y coincidirá con la tercera jornada del festival, en la que está prevista la actuación de, ahí queda eso, Animal Collective, Fleet Foxes, Mogwai y PJ Harvey. Todo un quebradero de cabeza, y no solo para la numerosa parroquia indie futbolera, sino para la propia organización del Primavera: «Nuestra primera reacción al conocer que coincidíamos con la final de Wembley fue seguir adelante con total normalidad, pero desgraciadamente eso no va a ser posible: la mayoría de bandas no quiere coincidir con el fútbol porque no quiere perder público», asegura en el foro oficial del festival su codirector -y culé militante- Gabi Ruiz.

Los foros echan humo desde hace días. Alguien preguntó si se iba a habilitar «algún sitio con pantallas para la gente que quiera echarle un vistazo al fútbol entre concierto y concierto». Y se armó la marimorena. El público se dividió de inmediato entre los que clamaban contra el «indecente intrusismo del fútbol en un festival musical» y los que consideraban «imprescindible» que se pudiera ver el partido dentro del Fòrum «para evitar el caos de gente entrando y saliendo del recinto». El debate, ardoroso, regaló auténticas perlas del sarcasmo, como la de quien exigía, ya puestos, «la retransmisión en directo de las etapas decisivas del Giro, con Contador, Nibali, Scarponi y Menchov jugándose la carrera».

Problema logístico

La verdad es que el duelo Barça-Manchester plantea a la organización del Primavera problemas logísticos de esos que quitan el sueño. Al margen de la masiva grey culé, un buen número de los espectadores foráneos del festival son de origen británico y, por tanto, potenciales supporters de los Red Devils. Se calcula que más de 10.000 personas podrían abandonar el recinto entre las 20.15 y las 23.00 horas en busca de un bar donde ver en directo el pulso Messi-Rooney, con el inevitable caos de colas en los tornos de salida y el descenso de consumiciones en las barras del festival. Pero la principal tribulación para los organizadores radica en las exigencias de los grupos (algunos de ellos terriblemente futboleros, como los escoceses Mogwai) y en la difícil tarea de cuadrar los horarios de ese sábado de pasión. «Muchas bandas no quieren tocar a esa hora. Y por contrato tienen reservada la opción de elegir el horario en el que quieren tocar…», explica Ruiz. «Solo nos queda negociar y negociar para que el impacto sea mínimo. Nadie ha hablado de suspender ninguna actuación. Solo vamos a ver si podemos hacer un hueco durante el tiempo que dure el partido y a la vez dejar funcionando algunos escenarios para que todo el mundo tenga la opción de ver o no el partido», sentencia.

Sobre la posibilidad de ofrecer la final en alguna pantalla gigante del recinto, la organización expresa sus dudas. «Me parece que puede ser un tanto extraño retransmitir un partido de fútbol en el Primavera. Pero, por otra parte, algunos escenarios tendrán que parar a la fuerza. Así que, si vamos a parar, ¿por qué no dar el partido dentro?», se pregunta Ruiz. Será complicado, sin embargo, pues el Primavera Sound está patrocinado por San Miguel y la Champions League, por Heineken. Tampoco parece fácil que la UEFA acepte la retransmisión sin contraprestación económica. «Debemos valorar aún si damos o no el partido, porque no será nada fácil. Hemos de pensar en un montón de factores». En cualquier caso, el deseo de la organización es solo uno: «Buscar el mejor de los equilibrios para que al final todo el mundo termine contento».