Hamlet ante el "no futuro"

La sobria versión de cámara de Pau Carrió, protagonizada por Pol López, pone el acento en la corrupción del sistema

Hamlet

Hamlet / periodico

MARTA CERVERA / BARCELONA

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Interpretar Hamlet es el sueño de cualquier actor. Pol López (Barcelona, 1984) recitará este jueves su famosa frase "ser o no ser" ante el público en el Lliure de Gràcia. La sala para 199 personas acoge una versión de cámara con siete actores -tres de los cuales interpretan un segundo personaje- orquestada por Pau Carrió. Él y López forman un tándem especial. No es su primer Shakespeare. Ambos ya montaron una aclamada y trepidante 'Victòria d'Enric V', también en el Lliure.

Las entradas para todas funciones están agotadas antes de levantarse el telón. Un hito que también ha ocurrido con otro clásico, el 'Don Juan' de Molière, que se estrena el mismo día que 'Hamlet' en el TNC, dirigido por David Selvas, con Julio Manrique como protagonista.

Carrió, autor de la adaptación del texto de Shakespeare, acerca este clásico del siglo XVII a nuestros días con un lenguaje actual intentando respetar la belleza poética del original. Un espacio escénico con aspecto de crematorio contemporáneo, una caja de piedra con varias entradas, enmarca la acción.

TODOS IGUALES

El director, solo un año mayor que López,  utiliza 'Hamlet' para interpelar directamente al público sobre su responsabilidad en un mundo tan podrido como la corte de Elsinor donde Shakespeare sitúa la acción. "Los políticos no hacen cosas demasiado distintas de las que hacen los empresarios, los 'botiguers' o lo que hacemos nosotros mismos. Las consecuencias morales de nuestra existencia occidental cada vez está más claro que afectan a otros", afirma Carrió. Más allá de la corrupción del poder y de la trama política de la obra, el director amplía el foco a la actitud del hombre en la sociedad.  "Nunca hemos sido tan conscientes como ahora de las consecuencias económicas y políticas de nuestro sistema de vida occidental y el asco por la corrupción del hombre es un punto de partida muy potente", declara Carrió.

"Hemos construido un Hamlet teniendo muy en cuenta las motivos del resto de personajes, todos riquísimos", explica. Están interpretados por un gran reparto integrado por Eduard Farelo (Claudi), Xicu Masó (Poloni / enterrador), Rosa Renom (Gertrudis), Marc Rius (Laertes / Guilderstern), Maria Rodríguez (Ofelia) y  Pau Vinyals (Horaci / Rosencrantz).

UN CHICO DE HOY

"Nuestro Hamlet es un humanista, una persona bien instruida y cultivada que va a la universidad porque se pregunta cosas. Pero es un humanista descreído que ya no confía en el hombre a quien la podredumbre le lleva a un sitio oscuro pero muy interesante donde se plantea grandes preguntas", afirma Pol López.

Él y Carrió hablaron a menudo sobre el "no futuro" de su generación mientras preparaban la obra que empezaron a gestar con un año de antelación. "Solemos trabajar así. Compartimos muchas lecturas, vídeos, canciones, cosas que nos hacen pensar en los temas del texto. Es una manera de estimularnos intelectualmente", comenta Carrió. "Nos exigimos mucho el uno al otro pero siempre dialogamos desde un respeto enorme hacia el trabajo del otro".

Pese a la modernidad y austeridad de la escenografía y el vestuario, Pol López sí utilizará la característica calavera y la espada en las escenas cumbre, como marca la tradición. "El hombre actúa a veces de forma animal. Hamlet, siendo un ser que lo razona y se lo replantea todo desde el pensamiento al final actúa de forma irracional".

Lluís Pasqual, director del Teatre Lliure, recordó que para el mítico actor Laurence Olivier (1907-1989) Hamlet era un personaje que solo se podía empezar a entender a partir de la representación número 60. Para Pol López la aventura está a punto de empezar y se prolongará casi con toda seguridad a partir de próximas temporadas. Es imposible añadir más funciones en actual.