Ideas

Hal David y el futuro

JORDI PUNTÍ

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Esta semana murióHal David.Tenía 91 años y era uno de los letristas con más éxitos de la música popular. Sucede a menudo que los escritores de canciones quedan eclipsados por los autores de su música y los intérpretes que las dan a conocer. En el caso deHal David, aunque escribió para muchos compositores, su reconocimiento atenuado le venía sobre todo por haber trabajado con el granBurt Bacharach.Juntos escribieron alrededor de 150 canciones -una tercera parte, más o menos, para que las interpretaraDionne Warwick-, con títulos que todos hemos tarareado alguna vez, comoWalk on by, I say a little prayeroRaindrops keep fallin' on my head,que les valió el Oscar a la mejor canción.

Escuchando aBacharachyDavid,uno se da cuenta de que estaban hechos el uno para el otro. La evolución de la música deBacharach,surgiendo de la tradición de los grandesstandards de losGershwinoCole Porterpara hacer un poco más cursis los estribillos, lo justo para que llegue a más orejas, se entiende muy bien en las letras deHal David.Son canciones de amor, de desamor, de pérdida, melancólicas, que quieren contar lo de siempre y sin rubor, pero a veces rompen lo obvio con una imagen desplazada. EnOne less bell to answer,que es una canción de abandono, la amante despechada canta: «Una llamada menos por responder, un huevo menos para freír… Debería estar contenta y todo lo que hago es llorar».

Me gusta pensar que este rasgo literario ha reaparecido en el estilo de loscroonersdel pop de los últimos años. Pienso enJay Jay Johanson, Neil Hannon, Richard Hawley oJarvis Cocker: su actitud hiperconsciente, las letras irónicas, casi paródicas. Estos días, precisamente, he escuchado el nuevo disco de Dexys, los antiguos Dexys Midnight Runners, y he tenido la misma impresión. Se llamaOne day I'm going to soary es una maravilla en la queKevin Rowlandadopta más que nunca la pose decrooner. Sus letras juegan a confundir a quien las escucha, marean los tópicos. «Todavía creo en el amor, aunque en realidad no sé lo que es», canta, y en uno se lo imagina haciéndonos un guiño mientras lo dice.