Haig: Me molesta que se espere que una mujer escriba historias de amor

EFE

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La autora de la saga "El sermón del fuego", Francesca Haig, ha reconocido hoy en Avilés que le molesta que se espere que cualquier obra escrita por una mujer tenga que tener una historia de amor y ha asegurado que se niega "a que una escritora no pueda contar la historia que le venga en gana". "Puede que decir esto suene como si yo fuera alguien con el corazón frío o de piedra", ha dicho, para explicar que sus personajes principales no permiten que todo se paralice por una historia de amor. "Yo me imagino que si cayese una bomba y estoy con mi marido, cuando esté tratando de salir de entre los cascotes del edificio donde estemos, lo primero que voy a hacer es salir y sobrevivir, y me va a dar absolutamente igual lo que le pase a mi marido, y lo quiero mucho, pero lo primero será sobrevivir y punto", ha argumentado la escritora. En parte, su "enfado" tiene que ve con un primer rechazo de editores que no consideraban la historia de "El sermón de fuego" fuera interesante por no tener una historia de amor que fuera troncal en la trama principal y así lo ha desvelado en la que es su primera visita a España, donde tiene muchos seguidores, como pudo comprobar en las colas que se formaron para verla en el Festival Celsius de literatura fantástica. En declaraciones ha reconocido que tiene "un montón de ideas nuevas y cosas diferentes" a las que está publicado actualmente, pero su editor le dice: "No, no, no, acaba la trilogía", cuya segunda entrega se titula "El mapa de los huesos".

En "El sermón de fuego", la autora habla de un mundo apocalíptico, sin tecnología, donde no hay nacimientos unitarios, todos son gemelos, y en todos los casos uno es perfecto y el otro deforme, lo que divide a la humanidad en alfas, los privilegiados, y los omegas, que son marginados. Además, cuando fallece uno, el otro también debe morir: "Es una obra un poco cruel y bastante oscura y me sorprende ver en estas colas a tantos lectores jóvenes, pero se ve que a la gente le gusta". Esta australiana de nacimiento, afincada junto a su marido y su hijo en Londres, saltó de la poesía, un campo en el que ya comenzaba a despuntar, a la literatura fantástica con la primera entrega de "El sermón de fuego", que escribió en sus ratos libres. La autora defiende ese controvertido salto: "no creo que la poesía tenga que ser necesariamente seria y la ciencia ficción no, creo que ambos son serios". "Yo estaba encarrilada en un camino muy claro para convertirme en poeta -con obras fueron premiadas y obtuvieron el reconocimiento de público- pero me dio como un hobby, como para pasar el rato, por ponerme a escribir una novela sobre una idea de gemelos que tenía en la cabeza", ha explicado. Francesca Haig, que obtuvo el doctorado en la Universidad de Melbourne, ha reconocido que nunca fue una seguidora acérrima de la ciencia ficción, aunque reconoce que en su infancia leyó algún libro del género como "El señor de los anillos", que le marcó bastante.