ÚLTIMO DÍA DEL SALÓN DEL CÓMIC DE BARCELONA

'Habibi', nacida del dolor

Craig Thompson presenta su segunda obra maestra tras 'Blankets'

Craig Thompson, en el Salón del Cómic de Barcelona.

Craig Thompson, en el Salón del Cómic de Barcelona. / periodico

ANNA ABELLA / BARCELONA

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Las mil y una noches como referente, una historia de amor entre niños esclavos, Dodola y Zam, un puente entre judaísmo, islam y cristianismo, un híbrido entre Occidente y Oriente, entre antigüedad y contemporaneidad, entre belleza y crueldad, y una, a la vez delicada y exuberante explosión de arte, dibujo, caligrafía árabe y simbología en 700 páginas de novela gráfica. Todo eso y algo más es 'Habibi' (Astiberri), merecido candidato al premio a mejor obra extranjera del Salón del Cómic, que finalmente recayó en Moebius. Su autor: Craig Thompson (1975) –cuatro premios Harvey, dos Eisner y dos Ignatz–, que en el 2003 revolucionó el género con su autobiográfica 'Blankets', donde desnuda su adolescencia y la estricta educación evangélica de su familia en un pueblo de Michigan, en la América profunda. 

TRAUMA SEXUAL

«Quería hablar del trauma sexual, averiguar si los personajes, tras sufrir experiencias terroríficas, podían tener después una relación. Todo el mundo atraviesa algún tipo de trauma sexual aunque no necesariamente tiene que ser tan fuerte como la violación o el abuso, puede tener que ver con el dogma religioso», afirma Thompson, uno de los autores que más expectación ha generado en la feria desde el jueves. «En 'Blankets' –confiesa– muestro cómo la niñera abusó de mí, pero lo más terrorífico, lo más traumático, fue presenciar la violación de alguien muy cercano a mí. Esa experiencia fue devastadora». 

SHEREZADE

'Habibi' fue «un libro doloroso de crear», fruto de «una depresión, del dolor no curado y de la necesidad de que las emociones vuelvan a fluir», revela, por eso quizás el poder redentor de las palabras que emana de él, con una protagonista que tiene mucho de Sherezade. «Ella contaba historias para evitar que la decapitaran. Los relatos de Dodola tienen capacidad curativa, hacen creer en un mundo mejor dentro de tanto horror». Un horror ligado a que los protagonistas son esclavos. «Al investigar la historia de la esclavitud descubrí que lo terrorífico es que ahora es más abundante que nunca en toda la historia de la civilización –opina–. Con la primera escena de abuso sexual quería mostrar no solo lo que sufren las jóvenes en el mundo islámico, como muchos han interpretado, sino que eso ocurre en todas las culturas y épocas, pero se mantiene oculto». 

LO COMIQUERO DE GAUDÍ

«Me intrigaba la historia de la esclavitud en el mundo árabe y eso me llevó a Las mil y una noches. Al leerla ves que es todo naturaleza, lo carnal, lo corporal, y humor. Leí la traducción de Richard Burton y quise saber si las fábulas eran de primera mano y mostraban el folclore tradicional o si eran una adaptación colonialista», explica. 

Para ello Thompson realizó un viaje iniciático por Europa, donde recaló en Barcelona, y Marruecos, y que materializó en 'Cuaderno de viaje' (Astiberri). En la capital catalana le fascinó «la energía de la arquitectura de Gaudí». «Lo que más me gusta de la Sagrada Família es esa unión entre lo comiquero y lo sagrado, lo orgánico y lo espiritual. Se puede jugar con ello, es una mezcla de sentido del humor y de lo psicodélico de la espiritualidad». 

Así se entiende que de ese viaje naciera 'Habibi', donde «el mensaje esencial» que transmite es «que las tres religiones, judaísmo, cristianismo e islamismo, son increíblemente parecidas y esencialmente vienen de la misma fuente». Por eso, añade, le resulta «tan perturbador que por ellas haya tanto conflicto social y político». Es un libro respetuoso, para ello consultó sus dudas a sus amigos musulmanes. Pero lo que le interesa, y lo plasma en el cómic, es «la parte esotérica de las tres, la Cábala en el judaísmo, el sufismo en la musulmana y el agnosticismo en el cristianismo, y su exploración estética: menos dogmatismo y más psicodelia, como Gaudí».