El guardia civil Nacho García cierra su trilogía Círculo con vampiros y mafia

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El guardia civil Nacho García ha cerrado el "Círculo" de su trilogía ambientada en Santoña (Cantabria) con una novela recientemente publicada en la que el terror y el suspense llegan de la mano de vampiros, mafiosos rusos y sus socios.

Se trata de la novela "El Círculo Sobrenatural (Sangre Real)" (editorial Chiado), la que da continuación y cierra a una serie que comenzó con "El Círculo Desnudo" y continuó con "El Círculo Sobrenatural".

Nacido en Castellón, Nacho García creció en Santoña y sigue en Cantabria destinado como guardia civil en Santander. Pero, según relata a Efe, más allá de su profesión, ya desde pequeño quiso escapar de la monotonía y creó su propio universo.

A ello le ayudó la música rock (dirige su propio programa musical de radio y colabora con una revista digital del mismo género), pero, sobre todo, el "realismo sucio" que descubrió en Charles Bukowski y que inspiró el primer libro, escrito en primera persona y con una "moraleja" final en cada capítulo.

Quiso ambientarla en Santoña, en ese municipio que combina su rutina y espectacular paisaje con una "trastienda" que García quiere poner encima d e la mesa, la de un submundo de droga y mafias, de envidias y rencores, En suma, el autor intenta hacer crítica y disecciona social y culturalmente un lugar "mágico y maldito".

Muy fan de la literatura y los cómics de serie B, fue precisamente la serie ambientada en Estados Unidos "Tru Blood" la que ha inspirado a Nacho García para afrontar las dos últimas novelas de la trilogía, en las que mezcla sociedades vampiras con mafias y sectas.

Así, en "El Círculo Sobrenatural (Sangre Real)" el vampiro Glen, tras robar un importante alijo de drogas a unos mafiosos rusos, se cobija en uno de sus escondites de Santoña. Aunque todo parece en calma, los propietarios del estupefaciente y sus socios vascos querrán vengarse.

Y como campo de batalla, el autor elige ese proyecto de Eurovegas en Madrid que no llegó a consumarse.

Nacho García sabe que como seres sobrenaturales los vampiros a lo mejor no existen, pero en el mundo real proliferan tanto en la política como en otros ámbitos.

Hay algo de su trabajo como guardia civil en la novela y, de hecho, un último personaje es agente de este cuerpo. Su experiencia en investigación ha ayudado a Nacho García a hilar la trama.