FESTIVAL DE VERANO DE BARCELONA

'Douar', migración y hip-hop

Kader Attou regresa al Mercat de les Flors con un potente espectáculo del 2003

Imagen del espectáculo de Kader Attou en el Grec.

Imagen del espectáculo de Kader Attou en el Grec. / JOAO GARCIA

Marta Cervera / Barcelona

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Kader Attou regresa al Mercat de les Flors. Esta vez recupera un espectáculo del 2003, ‘Douar’, interpretado por cracks del hip-hop de Argelia y Francia. Por desgracia es una obra que no ha pasado de moda. Habla de emigración, de los sueños de los jóvenes que habitan en Argelia que aspiran a llegar a Europa a tener un futuro mejor . Bailarines de hip-hop del norte de África y de Francia unen fuerzas en esta dinámica propuesta que mantiene la fuerza y potencia del primer día. Evidentemente la mayoría de intérpretes son distintos, pero aún quedan en sus filas algunos de los bailarines que estrenaron la pieza. “Es interesante ver bailar a gente de distintas generaciones”, comenta el creador del espectáculo, Kadder Attou, director del Centre National de La Rochelle y del Poitou-Charentes.

 “Es un espectáculo que habla del exilio de forma muy universal, a pesar de la música árabe y andalusí y del texto, en árabe. Considero importante recuperarlo en este momento porque el tema sigue estando de plena actualidad. Basta ver el drama de los refugiados y qué ocurre en el Mediterráneo”, indica este inquieto coreógrafo y director.  “Aunque en él resuenan ecos un tema duro, también es un espectáculo es luminoso, positivo, por decirlo de algún modo”.

El fundador en 1989 de la Cie Accrorap junto a Eric Mezino, Chaouki Saïd, Mourad Merzouki y Lionel Frédoc, siempre ha luchado siempre por acercar el hip-hop a la danza contemporánea y superar fronteras entre géneros artísticos.  Considera esta danza surgida en la calle una herramienta impresionante para hablar de temas candentes. “El universo del hip-hop es muy amplio. En cada lugar esta danza adquiere una dimensión distinta. No puedes comparar lo que se hace en Japón, por ejemplo, con lo que ocurre en las favelas de Brasil o lo que pasa en Argelia o España. Cada país tiene su particularidad, de ahí su riqueza”. El hip-hop depende de la situación geográfica y social. Se nutre de las especificidades de cada zona. “La técnica puede ser la misma pero cada lugar le imprime un sello propio”.

Desde que se hizo cargo de de la institución de La Rochelle no ha dejado de observar la increíble evolución del hip-hop. “Es una forma de arte en constante evolución. En Francia está reconocido y desde este centro intento darle la mayor proyección posible. El centro dispone de medios para promover tanto mis propias creaciones. Tenemos compañías en residencia y nos preocupamos de acompañar a las emergentes”. En Francia el hip-hop goza de un público muy variado. Los montajes suelen reunir tanto a amantes de la danza y el teatro como a gente  que no suele acudir a espectáculos.

 “Francia ha sido pionero en su apuesta por el hip-hop. Las instituciones y los políticos han sabido mirar más allá del ballet y la danza contemporánea para apoyar el hip-hop. Por eso ahora, en este sentido, Francia está en la vanguardia”.