FESTIVAL DE VERANO DE BARCELONA

Maria Rovira se alía con Acosta Danza

La coreógrafa regresa al Mercat de les Flors y presenta los últimos trabajos realizados con los versátiles bailarines de la compañía cubana

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MARTA CERVERA / BARCELONA

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Hace cuatro años, Maria Rovira (Mataró, 1963) tuvo que abandonar EspañaMaria Rovira, dejar su compañía Trànsit y hacer las maletas. Este jueves regresa al Mercat de les Flors por la puerta grande, con un programa de cuatro piezas cortas, casi todas firmadas por ella e interpretadas en su mayoría por los magníficos bailarines de la compañía cubana Acosta Danza. Las entradas para las dos funciones previstas se han agotado y se han acondicionado nuevos asientos para intentar dar cabida a todos los fans de la danza.

La crisis obligó a Rovira a reinventarse, como tantos otros. Aprovechó su experiencia internacional para abrirse camino en otros países. Primero recaló en Medellín (Colombia), donde esta especialista en contemporánea que también conoce los secretos del ballet clásico contribuyó a renovar y modernizar el Ballet Folklórico de Antioquía. Después fue requerida en Cuba, donde ya había trabajado hace años con el Ballet Nacional que dirige Alicia Alonso. En la isla caribeña conectó además con la recién formada compañía de danza creada por Carlos Acosta, proyecto en el que la estrella del Royal Ballet se volcó tras abandonar la compañía inglesa.

El programa se basa en obras de Rovira a excepción de 'El cruce sobre el Niágara', un clásico del ballet contemporáneo de Cuba realizado por Marianela Boán. Alejandro Silva y Julio León, dos intérpretes de Acosta Danza, interpretarán esta pieza con música de Messiaen. "Boán fue pionera de la danza moderna en Cuba, fundadora de la compañía DanzAbierta que ahora dirige una catalana, Susana Pous, que durante ocho años bailó conmigo en Trànsit", recuerda Rovira. Estrenada en 1987, 'El cruce sobre el Niágara' fue una de las primeras coreografías modernas que triunfó en Cuba.

NUEVA VERSIÓN DE 'EL SALT DE NIJINSKY'

'El salt de Nijinsky' es una coreografía que Rovira ha reelabobrado con siete intérpretes cubanos. La obra se inspira en la fotografía de un salto que el célebre bailarín realizó dos años antes de morir, cuando estaba en el sanatorio mental y recibió la visita de su colega Serge Lifar. "Queda poco del original. He rediseñado casi toda la obra. Ahora es menos abstracta. Aparece la figura de Nijinsky y el resto de bailarines dejan entrever a todos los personajes que representó en sus obras mediante los gestos y el baile". Eso sí, mantiene el mismo vestuario sobrio, estilo años 20, inspirado en imágenes de Nijinsky, cuya mente se nubló como mostró recientemente en el TNC el director Bob Wilson con 'Letter to a man', montaje protagonizado por el veterano exbailarín Mijail Barishnikov. "He cambiado ciertas cosas de la estructura porque tengo ganas de seguir evolucionando. La obra se estrenó hace 10 años. Nijinski estuvo cuatro años de gira por el mundo y yo también he estado fuera casi el mimso tiempo y he cambiado".

Su nuevo ímpetu se reflejará también en las dos últimas piezas del programa: 'Impronta', un solo interpretado por Zeleidy Crespo que viaja desde el folclore cubano a la danza moderna, con ritmos entre tradicionales y electrónicos creados por el joven José Gavilondo Peón; y 'Babel 2.0', con música de Salvador Niebla. En ella colaboran por primera vez bailarines cubanos e intérpretes afincados en Barcelona pertenecientes a la nueva compañía de Rovira, que quiere llamar CreaBarcelona (Trànsit). "'Babel 2.0' fue una de las primeras obras que reunió a 24 intérpretes de los dos estilos de la compañía Acosta Danza, los de clásica y los de contemporánea. Refleja la creciente incomunicación en un mundo donde cada vez hay más y más información". En Barcelona veremos una versión distinta para 15 bailarines, todos ellos de contemporánea, ocho de aquí y siete de Cuba.

Rovira, cuyo proyecto para dirigir el Mercat de les Flors no fue seleccionado, se ha propuesto seguir trabajando en el futuro a ambos lados del Atlántico.