ADIÓS A LA VOZ DEL TANGO EN BARCELONA

«La grandeza despojada de vanidad»

La cantante Elba Picó falleció el viernes víctima del cáncer. Nacida en Buenos Aires, en el barrio de La Paternal, se instaló aquí en 1976. Durante los 80 y 90 se convirtió en el eje principal de todos los locales que programaban tango. Su amiga y compañera artística Mayte Martín se despide de ella en estas líneas.

«Me enamoró con su fuerza tanguera menuda y sin doblez», escribe la cantaora

Una imagen de Elba Picó, durante una de sus actuaciones.

Una imagen de Elba Picó, durante una de sus actuaciones.

MAYTE MARTÍN

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Es muy posible que muchos de quienes lean este lamento que hoy escribo no hayan tenido la fortuna de conocer la existencia de la mujer a quien dedico estas amorosas palabras de despedida y de agradecimiento. Es posible. Lo realmente bello y esencial es siempre tan sutil y natural que suele pasar desapercibido. Vivimos en un mundo que confunde a menudo el ruido con las nueces y donde, además, nunca hemos sabido dar a los vivos el lugar que se merecen.

Lloro estas palabras que escribo porque hace escasas horas-12 de julio del 2013 a las seis en punto de la mañana-, el tango y el mundo hemos perdido a una grande,Elba Picó.

Cuando digo que todas las músicas que me resuenan dentro y que me han conmovido llegaron a mí a través del amor, también hablo de ella. Hablo de cómo hace ya 20 años -que segúnGardelno son nada-, me enamoró con su fuerza de tanguera menuda y sin doblez. De cómo me hizo descubrir una música maravillosa hasta entonces desconocida para mí y de cómo hizo que todo lo que brotaba de su boca no tuviera para mí sentido en otra.

Fueron 20 años. Pudimos hacer proyectos juntas, todos los artistas que la vida cruza en el camino lo hacen; lo hacen incluso muchos a quienes la vida no les da ningún mensaje de este tipo. Pero nosotras preferimos reír, vivir, conversar, celebrarnos, contagiarnos la vida una de la otra. Y fueron verdaderos, entrañables y bonitos los momentos compartidos, y fue hermoso el trecho del camino que la tuve cerca. Gracias a la vida.

«Mi razón no pide piedad, se dispone a partir… no me asusta la muerte ritual… solo dormir, verse borrar…»

Es hoy,Elbaquerida, cuando comprendo uno más de los misterios de la vida, cuando descubro por qué hace tres años sentí tan fuertemente el deseo y la necesidad de compartir contigo este canto,Zamba para no morir. Hoy entiendo por qué quise tanto hacerlo tuyo y mío, inmortalizarlo, que sobreviviera a ti y a mí, que para siempre jamás, después de nuestro paso por este mundo, tuviesen un lugar en la historia tu voz y la mía unidas en un canto a lo eterno, a aquello que nunca muere y que nos mantendrá unidas para siempre.

VIAJE SAGRADO / Es hoy cuando se coloca la última pieza del puzle que juntas hemosarmaoen estos 20 años y comprendo. Cada vez que tu voz, sabia y vivida, cantaba y sentía junto a mí esas palabras que hoy cobran todo su sentido, yo hacía contigo un viaje sagrado a un lugar del infinito en el que tú estabas construyéndote un lecho cálido para dormir en paz, para hacerte eterna.

Hoy ya estás en él... y te quedas prendida en todo aquello que viví y respiré a tu lado, Elbaquerida... La nobleza y la discreta elegancia que envolvían tu vida y tu canto. Fuiste la grandeza despojada de vanidad, que es la grandeza verdadera y la única que existe.

Aquí se queda tu esencia, sobrevolando el mundo de los mortales y habitando el alma de todos los que te amamos. Y ya por siempre, como dice la zamba: «…una historia te recordará viva».