CDC y ERC frenan el acuerdo de Vila con Aragón por el arte de la Franja

La presión territorial desde Lleida deja en dique seco la cesión de obras y el inicio del diálogo sobre todo el conflicto del arte eclesiástico

La sala del MNAC donde se exponen las pinturas rescatadas de la sala capitular del monasterio de Sijena.

La sala del MNAC donde se exponen las pinturas rescatadas de la sala capitular del monasterio de Sijena. / periodico

ERNEST ALÓS / BARCELONA

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Tanto ERC, que mostró su sorpresa y desacuerdo desde el primer día, como Convergència, presionada por la irritación expresada desde Lleida, han parado en seco en la reunión del Consell Executiu de la Generalitat la operación emprendida por el 'conseller' de Cultura, Santi Vila, para pactar con el Gobierno de Aragón una solución al conflicto de las obras de arte procedentes de las antiguas parroquias aragonesas de la diócesis de Lleida y del monasterio de Sijena. El diario 'El País' ha informado este martes de la negativa de ERC a dar apoyo al acuerdo, pero no ha sido menor la oposición desde las filas del propio partido del 'conseller'. Una triple desautorización a la maniobra política emprendida personalmente por Vila que desde el Ejecutivo catalán se ha preferido definir con el eufemismo de "falta de consenso político y territorial". Una descripción que queda corta ante el batacazo que supone haber dejado plantado al Gobierno de la región vecina, que había convocado una reunión extraordinaria de su Ejecutivo para aprobar el acuerdo simultáneamente con el catalán, fiado de la buena marcha de sus conversaciones con Vila.  

Aunque la 'consellera' de Presidència y portavoz del Govern Neus Munté haya insistido en que "se continuará trabajando" y que no han "ningún acuerdo tumbado", fuentes cercanas a los contactos entre las consejerías de Cultura de Aragón y Catalunya han aclarado que no se trata de una pausa o aplazamiento, sino que cualquier avance ha quedado "detenido", sin que se pueda descartar que el frenazo afecte a otros vinculos que se estaban intentando reconducir, como el de la participación de Aragón y otros territorios en los que de forma mayoritaria o minoritaria se habla el catalán, en un posible tercer Congrès Internacional de la Llengua Catalana. 

Por parte de los detractores del acuerdo se recuerda que es difícil de justificar concesiones hacia la parte aragonesa mientras se mantienen abiertos litigios, como el pleito por las obras de arte vendidas por la comunidad religiosa del monasterio de Sijena al MNAC, a través de un contrato que Aragón quiere que los tribunales declaren nulo y que está pendiente de recurso, o por las pinturas de la sala capitular salvadas por la Generalitat republicana y que está listo para sentencia desde el pasado 11 de abril. Por otra parte, uno de los argumentos a favor del pacto es que una solución acordada siempre será mejor que un bastante problable fallo negativo que acabe con una orden para que las fuerzas policiales retiren las obras de arte del MNAC.

DECEPCIÓN ARAGONESA

La consejera de Educación y Cultura del Gobierno de Aragón, Mayte Pérez, ha declarado sentirse decepcionada con la decisión de no aprobar el convenio con la Generalitat que preveía la devolución (no quedaba claro aún si en concepto de depósito o cesión) de unas primeras 53 obras de arte que actualmente no están expuestas, y la constitución de una serie de comisiones de expertos para abordar todos los contenciosos asociados, desde el resto de objetos adquiridos procedentes de Sijena hasta las obras de arte originarias de la parte aragonesa de la diócesis de Lleida que pasó a la diócesis de Barbastro y que se conservan en el museo de esta ciudad.

Tras el chasco institucional Mayte Pérez ha asegurado que, tras la "sorpresa y decepción" del día de hoy se mantiene la vía jurídica para lograr la devolución de las 113 obras de arte, sin descartar que, en el caso de que no se ejecute la sentencia, se reclame la intervención de la Guardia Civil para su recuperación. Según Pérez, Vila le ha transmitido que personalmenet está "desolado" y "decepcionado". Sin embargo, la consejera la ha reprochado no haber "medido el apoyo de su entorno".