OPINIÓN

Gitana y guardia civil

FERRAN MONEGAL

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No habíamos comentado el estreno de la teleserie 'Mar de plástico' (A-3 TV). Ha arrancado con una extraordinaria audiencia. La acción transcurre en Campoamargo, nombre de ficción que bien podría ser la localidad de Vícar. O sea, la Almería de los invernaderos, de los paisajes de plástico blanco llenos de trabajadores africanos negros. Un asesinato, una intriga, un cacique, un racismo, una infame explotación del ser humano, y un plantel de actores y actrices que capitanean Rodolfo SanchoBelén López y sobre todo el veterano y excelente Pedro Casablanc, el amo de todos aquellos cultivos que, quién sabe, quizá los adquirió tramposamente en aquellos turbios tiempos de la banca Garriga-Nogués y Quash-Tierras de Almería. ¡Ah! La vida es un pañuelo, y muchas veces no precisamente limpio. Esta teleserie atrapa enseguida. Fluye con mucha personalidad. La intriga está bien construida. Pero permítanme que destaque un conflicto secundario, que en casa nos ha parecido atractivísimo. Me refiero al problema existencial de una familia gitana, un clan serio, auténtico, gente de palabra, calós de pura cepa, que están inmersos en una tragedia insufrible: una de sus hijas, Lola, se ha hecho guardia civil. ¡Ahhh! El padre, patriarca de la familia, le soltó el otro día: «Desde que te pusiste de uniforme, tú para mí ya estás muerta». Y su hermano remató diciéndole con rabia dolorosa: «Ere una vergüensa. No vales pa ná, ni como gitana ni como mué». Hombre, intentemos comprender a esta familia: ser gitano y que te salga una hija 'picoleta' tiene que ser horrible. Al margen de la intriga principal, seguiremos con interés este conflicto.

DON TANCREDO. - Le sirvieron una oportunidad de oro a Mariano Rajoy con la entrevista de Gloria Lomana en el 'prime-time' de A-3 TV. Tres días después de las elecciones en Catalunya, el presidente del Gobierno tenía una ocasión magnífica. La desaprovechó totalmente. Más aún, se inventó un nuevo porcentaje: según él los votos independentistas quedan rebajados al 36%. Qué maravilla: ahora resulta que Rajoy suma como partidarios del 'no' a los que se abstuvieron y no fueron a las urnas. Gloria, con suavidad, pero con empeño, le rogaba: «Un gesto, presidente. Esta enorme cantidad de ciudadanos que ya no se sienten españoles, están ahí. ¿No merecen un gesto?» Pero 'Don Tancredo' siguió haciendo de 'Don Tancredo' más que nunca.