MÚSICA

La garganta profunda de Mark Lanegan

El veterano rockero regresa con 'Phantom Radio', el décimo álbum que graba tras su paso por la banda Screaming Trees

Mark Lanegan, en una imagen promocional de su nuevo trabajo.

Mark Lanegan, en una imagen promocional de su nuevo trabajo.

JUAN MANUEL FREIRE / BARCELONA

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La voz barítono de Mark Lanegan impone tanto en la vida real como en sus celebrados discos. Sobre todo si no está contento con lo que escucha al otro lado de la línea: «Eso es una falacia», responde a mi primera pregunta, relacionada con su (supuesto) uso de una aplicación llamada Funk Box para grabar su nuevo disco, Phantom radio, el décimo que graba sin Screaming Trees, la banda que lo reveló. «Solo usé esta aplicación para un par de maquetas». Al parecer, la escasa información sobre el disco que ofrece el sello Heavenly está llena de falacias, porque tampoco se dejó influir por un programa de new wave que emite Sirius Radio. «Otra falacia», dice. Empezamos bien.

Sea como sea, con sus sintetizadores y sus ritmos krautrock, Phantom radio -firmado como Mark Lanegan Band- se aleja de los sonidos rústicos del anterior Black pudding (2013). «Bueno, pero es que ese disco es una colaboración», aclara. «Yo cantaba y escribía las letras, mientras que Duke Garwood se encargaba de la música. Si escucha Blues funeral (2012) verá que no es tan distinto a este. El nuevo es como una extensión». Lanegan se ha traído a Garwood, talentoso guitarrista británico, al nuevo disco: está en la fantástica I am the wolf. 

Lanegan puede dar cierto miedo así en la vida como en la música -o las fotos: miren la que ilustra esta pieza-,

pero también puede ser como el tipo más sensible del mundo. En este disco destaca Torn red heart, una canción de amor en la que busca un registro vocal más agudo de lo habitual en él. Su canción favorita del disco, se dice. «No, solo una canción que me gusta». De acuerdo. «Canto una canción como la canción lo necesita. Es solo una cuestión de instinto».Otro de los hitos del álbum es Floor of the ocean, de groove electrónico y cierto aire a New Order. Será por ese bajo tan parecido al de Peter Hook. «No escribí la parte de bajo, obviamente, así que tendrá que preguntar a mi bajista si es un tributo o no a esa banda. Por supuesto, me encanta New Order, así que tampoco me rompe el corazón que me relacione con ellos».El disco llegó precedido por un epé, No bell on sunday, con canciones de las mismas sesiones que, según Lanegan, no encajaban en el disco. Pero Smokestack magic parece buena compañera de la sintética Harvest home. «Grabé las canciones del epé al mismo tiempo que las del disco, y ellas solas, por algún motivo, se fueron uniendo y creando su propio círculo. Lo más natural era apartarlas». Cada vez más interesado en la electrónica, el artista podría editar un disco de remezclas en enero. ¿O es una falacia? «No sé si el sello querrá hacerlo. Si pasa, será genial. Estaría guay. No puedo confirmarlo ni negarlo».

Adiós a Isobel Campbell

Algo que sí puede confirmar: no grabará más discos junto a Isobel Campbell (ex-Belle and Sebastian). Y eso que Ballad of the broken seas (2006), Sunday at devil dirt (2008) y Hawk (2010) cuentan, para muchos fans, entre lo mejor de su prolífica carrera. «Isobel tiene talento, pero ya hemos hecho lo que teníamos que hacer. Al principio iba a ser un solo disco, al final fueron tres, y eso es todo. Por cierto, gracias por recordarme que le debo un correo electrónico».Me pregunto cómo lo ha hecho Lanegan para publicar discos tan regularmente -el año pasado publicó dos álbumes- en una industria frágil como la actual. «Mi sello me apoya, eso es todo, supongo. No presto atención a la industria. Intento sacar un disco cada dos años y suelo hacerlo. Simplemente, me gusta estar liado».