Fin de curso con Za!

En una amplia sala de la antigua fábrica Fabra i Coats del barrio de Sant Andreu, una veintena de músicos sigue con atención los gestos del director. No es un director al uso. Se contorsiona, dispara los brazos en todas direcciones, gesticula de forma aparentemente incomprensible. Pero a cada gesto los músicos reaccionan a la una subiendo el volumen, bajando el tono, persiguiéndose los unos a los otros. Es una sesión de repaso para refrescar las indicaciones antes del concierto del sábado. «Es como el típico fin de curso de los colegios. Y además nos hace ilusión porque juntamos a gente que no se conoce», dice Eduard Pou, batería del dúo Za!, un grupo que ha encontrado su lugar en la música entre el rock más libre y la música improvisada.

Pou se refiere al concierto gratuito que dan el sábado a las 19.00 horas en la Fabra i Coats. Los profesores de ese fin de curso son él y la otra mitad de Za!, el guitarrista Pau Rodríguez. Y en el concierto participan sus alumnos, además de los cantautores Joan Colomo y Nico Roig o el teclista Xavi Lloses, último premio Puig Porret. Son algunos de los músicos con los que Za! han colaborado a lo largo del año. «Mishima y Cabo San Roque no pueden estar, tienen concierto», lamenta Pou.

Es el cierre a un 2014 muy movido para Za!. Por un lado han presentado su último disco, Wanananai, que en enero les llevará de gira por Australia. Y por el otro, se han dedicado a enseñar y compartir el lenguaje de la improvisación conducida, un sistema de señales que permite improvisar bajo las indicaciones de un director. Durante el año 2014, Za! han sido artistas residentes en la fábrica de creación Fabra i Coat. Su intención era enseñar ese lenguaje al mayor número de personas posible, sin importar su competencia técnica ni su disciplina artística. «Este lenguaje sirve para gente que no tiene ni idea de música ni arte dramático, interactúan igual que los que tienen su propio lenguaje desarrollado», asegura Rodríguez. Han impartido talleres con músicos profesionales y amateurs pero también con niños y con los alumnos de un centro para personas con discapacidad intelectual de Arbúcies. «Este es el poder de este lenguaje. Un concierto de Za! puede no salir bien, pero una improvisación conducida siempre funciona. Cualquier idea es válida, y además el público siempre participa», concluye Pou.

Conocieron este lenguaje en el 2007 a través de Fernando Junquera, un guitarrista valenciano conocido como Negro, que había asistido a un curso impartido por el pianista mallorquín Agustí Fernández. Fue un descubrimiento tan estimulante que pusieron en marcha La Orquesta del Caballo Ganador, un grupo de improvisación conducida de alineación flexible con el que han colaborado músicos de pop, rock y jazz de todo el país. «Por un momento hasta pensamos en montar franquicias», dice Rodríguez entre risas. El año que viene ya lo tienen lleno: nuevo disco de Za! y más cursos.