Jake Gyllenhaal: "Me ha fascinado explorar el lado oscuro"

Jake Gyllenhaal estaba en casi todas las quinielas para entrar en la lista final de candidatos al Oscar al mejor actor, pero al final quedó fuera de la carrera en una decisión probablemente injusta, dada su superlativa actuación en Nightcrwaler, implacable thriller del debutante Dan Gilroy en el que interpreta a Lou Bloom: un tipo desesperado y sin escrúpulos que, para ganarse la vida y buscar el éxito a toda costa, se adentra en el periodismo sensacionalista de las cadenas de televisión tras ser testigo de un brutal accidente.

-¿Como fue la preparación para este personaje?

-Muy instintiva. La ciudad de Los Ángeles es muy peculiar, una gran metrópolis rodeada de naturaleza. Por la noche, los coyotes salen a buscar agua y comida. Pensé que era una buena metáfora para dar vida a Lou: me tenía que parecer a un coyote famélico y obsesionado por conseguir su presa. La transformación fue progresiva. Tres meses comiendo mal (risas) y 15 kilos menos te hacen ver las cosas con otra perspectiva.

-¿Su personaje es un sociópata o un psicópata?

SEnDNo quise pensar en él en esos términos. Yo tengo que actuar no juzgando al personaje, sino tratando de vivir y pensar como lo hace él. Él quiere convertirse en un gran director de fotografía, y por eso busca el mejor ángulo, la mejor luz. Objetivamente, cuando ves la película, todo se ve más como la metáfora de lo que supone hoy en día encontrar trabajo y alcanzar el éxito.

-¿Vio accidentes o crímenes como los que se muestran en el filme?

-En la preparación para el papel vi muchas imágenes. De ellas, la más impactante fue la de un coche averiado en el carril rápido de una autopista de Los Ángeles y un cámara filmando a la espera de que otro coche se estrellara contra él, sin preocuparse por echarle una mano al conductor del vehículo. Moralmente, te preguntas hasta dónde debe llegar la necesidad o la ambición por ganarte la vida, que es justo lo que plantea la película. Nightcrawler pone en cuestión esa delgada línea por la que camina el periodismo a la hora de comunicar una noticia, al tiempo que piensa en los intereses económicos de la empresa de comunicación.

-¿Quien es peor? ¿El que vende esas escenas o el que las compra?

-Creo que el que las compra. El personaje de Rene Russo, la productora del noticiario de televisión que busca esa clase imágenes, es repugnante. Esa persona puede fácilmente negarse a mostrar ese tipo de periodismo, pero no lo hace. Lou es como un niño en el cuerpo de un hombre y eso es lo que le hace ser más horripilante, no es consciente de las repercusiones de sus actos porque nadie le ha enseñado a pensar en ello, pero ella sí lo es.

-¿Cree que la sociedad pide indagar en el lado oscuro de la noticia? 

-Yo diría que sí. Pero creo que hay algo honesto, necesario, en el hecho de explorar el lado oscuro de las cosas, de esas cosas con las que no nos sentimos muy cómodos. No es que me haya divertido metiéndome en este personaje, pero sin duda me ha fascinado poder explorar el lado oscuro.

-¿Siente la necesidad de controlarlo todo, como le ocurre a Lou?

-Si se trata de las personas por las que me preocupo, les dejo que sean libres y hagan lo que mejor les parezca. Pero en ciertas cosas, me reconforta controlar que todo esté como yo quiero. Por ejemplo, en la cocina. Cuando cocino, me gusta limpiar la encimera y dejarlo todo bien recogido y limpio. Lou controla a la productora del noticiario porque sabe lo que ésta necesita desesperadamente. Él la ayuda pero al mismo tiempo la utiliza y la controla, y eso me pone enfermo.

-¿Qué me dice de cuando ejerce como productor, como es el caso de esta película?

-Lo interesante de ser productor, como en este caso, es aprender cómo funciona el organismo de una película, tener un punto de vista general y no uno específico como es el caso del actor. Es importante controlar el aspecto financiero de la producción, al tiempo que equilibrarlo con el aspecto creativo. Como actor trato siempre de luchar por el lado creativo más que por el lado económico, pero como productor sé lo importante que es valorar el tiempo y los recursos que se tienen a la hora de llevar adelante un proyecto. Aunque está claro que la gente trabaja más a gusto cuando trabaja menos horas y come mejor (risas).

-Usando la metáfora del coyote, ¿que circunstancias hacen que el suyo salga a la superficie?

-Cuando algo me inspira desde el punto de vista creativo, el coyote que hay en mí sale fuera a explorar y ver qué llevarse a la boca. ¡Soy capaz de hacer cualquier cosa! No quiero sonar pretencioso pero creo que el arte es extraordinariamente importante, y cuando formas parte de un proceso artístico, como puede ser una película o una obra de teatro, me entra el hambre por hacer más cosas de este tipo y trabajar con mentes tan fascinantes como las de Dan Gilroy, el director de esta película. Me siento un coyote en busca de una buena obra.