LA GRAN CITA DEL CINE DONOSTIARRA

'Fe de etarras', un grupo armado de chiste

Borja Cobeaga y Diego San José presentan en el festival de San Sebastián una valiente comedia escrita con "absoluta libertad creativa"

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zentauroepp40341919 gra069 san sebasti n 29 09 2017 el director borja cobeag170929172615 / EFE / JAVIER ETXEZARRETA

Olga Pereda / San Sebastián

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"En ETA antes se comía de la hostia". Bienvenidos a 'Fe de etarras', comedia que bebe del humor de 'Ocho apellidos vascos' y 'Vaya semanita', el programa de ETB que en el 2003 empezó a desdramatizar un tema considerado tabú hasta entonces. Tras una monumental y artificiosa campaña para desprestigar el nuevo trabajo de Borja Cobeaga y Diego San José, por fin podemos hablar de 'Fe de etarras' y dar fe de que la película no se ríe de las víctimas (como aseguraban muchos sin verla), sino de los verdugos. Presentada en el festival de San Sebastián, el filme estará disponible en Netflix el 12 de octubre, día de la Hispanidad.

Es Netflix, precisamente, quien la ha financiado. El guion llevaba muchos años en el cajón de Telecinco Cinema, que no veía claro que el público estuviera preparado para una sátira así. Una vez en manos de la plataforma de internet, Cobeaga y San José han tenido "libertad creativa absoluta" para contar la historia de un comando chapucero de ETA. Cuatro miembros de la organización -uno de ellos, riojano (Javier Cámara) y otro, de Albacete (Julián López)- se reúnen en un piso franco, ubicado en no se sabe qué ciudad de España. Su odisea de convivencia coincide con un enorme ataque de españolidad en las calles: el Mundial de Sudáfrica 2010. Los balcones empiezan a decorarse con descomunales banderas de España y no hay viandante que no lleve la camiseta roja y lance el grito de guerra: "Yo soy español, español, español".

La palabra "español" tachada tres veces en el cartel ha escocido a determinados sectores, para quienes el filme es un ultraje. Una asociación de guardias civiles interpuso una denuncia porque, en su opinión, los tachones de la palabra "español" parecían sangre. Hasta el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, envió una carta a Netflix pidiendo que fueran "sensibles" con las víctimasenvió una carta a Netflix . Todo bastante ridículo, según Cobeaga y San José.

Una comedia sobre el 1-O

La lapidación que ha vivido la película demuestra la necesidad de que la comedia siga más viva que nunca. "En las redes sociales hay gente que cada día se rasga las vestiduras por una causa. Lo importante es que no cambiemos nuestra forma de trabajar. La gran derrota sería que perdiéramos la comedia", sentencia San José. El guionista vasco, de hecho, anima a sus colegas catalanes a escribir una comedia del 1-0, Piolín incluido. "Me cuesta mucho ver todo lo que está ocurriendo en Catalunya como un drama, sinceramente. Mejor una comedia", añade Cobeaga.

El comando de 'Fe de etarras' está formado por cuatro majaderos que creen que ETA no deberían disolverse. El líder es el personaje de Cámara, que intenta "subsanar" su lugar de origen (nació en La Rioja) con una fe ciega en la causa etarra. Todo lo que huela a español es asqueroso. "La obesidad es culpa de España porque los españoles trajeron de América Latina las patatas y el chocolate", explica con rotundidad en mitad de una partida de Trivial. A su lado, el torpe etarra albaceteño (Julián López) está tan enamorado de ETA que opina que todas las chicas de la organización "están buenas". Gorka Otxoa y Miren Ibarguren dan vida a una pareja con ganas de cometer un atentado serio. En realidad, todos ellos están muy solos.

Crema pastelera o nata

'Fe de etarras' comienza con una declaración de intenciones. Es imposible no reírse en la primera escena, una cena entre cuatro miembros de ETA en la que el tema principal de conversación es si la 'pantxineta' (dulce típico vasco) lleva nata o crema pastelera, si el chipirón es pescado azul o si las anchoas se deben comer el día que las pescas o el siguiente. Toda la conversación inundada de un aroma 'ahí va la hostia' que deja bien claro que estamos delante de una comedia muy vasca. Y muy valiente (su final es impactante e inesperado).

Preguntado sobre la polémica del cartel y la censura propia de los tiempos de Twitter, Cobeaga deja claro que en muchas cosas hemos ido para atrás, pero en otras hemos avanzado: "ETA ya no mata, ese es el mejor paso hacia adelante". Y, hablando de cine, le da igual que uno vea 'Fe de etarras' en una pantalla pequeña y o en una gigante: "Algunas de las películas más divertidas de mi vida las he visto en el sofá de casa".