Eros Ramazzotti llega a Barcelona con un trabajo "contracorriente"

El cantante romano regresa al Sant Jordi con el repertorio maduro de su nuevo disco, `Perfecto¿. El autor de 'Si bastasen un par de canciones' destaca que el trabajo va "a contracorriente"

Eros Ramazzotti

Eros Ramazzotti / periodico

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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Esta vez, Eros Ramazzotti se ha decantado por brindar toda su artillería de estudio, copiosa y sin reparar en gastos, a una idea de disco sencillo y diáfano, de tacto humano, con más guitarras que efectos electrónicos, rebajando la noción de superproducción que acompaña a buena parte de su obra. El resultado, que responde por ‘Perfecto’ (o ‘Perfetto’ en su edición original italiana) es, nos dice, “un trabajo que va a contracorriente” por ese modo de matizar el poder de la tecnología. Un disco le trae este domingo (21.00 horas) a un escenario que conoce bien, el del Palau Sant Jordi.

El año pasado se cumplieron tres décadas de su primer álbum, ‘Cuori agitati’, que incluía su éxito ‘Una storia importante’, aniversario al que Ramazzotti no responde con una gira de éxitos sino con un trabajo provisto de canciones nuevas, este ‘Perfecto’ cuyo título alude irónicamente al uso cotidiano e inconsciente de ese adjetivo en nuestras conversaciones. “Nace de mi intención de hacer notar cómo esa palabra, perfecto, se utiliza con frecuencia como latiguillo, cuando en realidad nada es nunca perfecto”, explica a este diario el cantante romano, afincado en Milán. ‘Perfecto’ es una de las nuevas canciones, “en la que aparece un día imaginario e ideal” producto del enamoramiento. “Porque en ese estado casi todo te parece perfecto”.

DE MILÁN A LOS ÁNGELES

Las limitaciones presupuestarias no caracterizan la trayectoria de Ramazzotti, que se ha permitido grabar entre Milán y Los Ángeles contando con músicos de prestigio, como los baterías Vinnie Colaiuta (que fue miembro de la banda de Frank Zappa y, más adelante, de Sting) y Jim Keltner (Dylan, Lennon y un largo etcétera), de acuerdo con un propósito de priorizar los instrumentos reales y cierto acabado artesanal. “Quise un trabajo que sonase auténtico en un momento en que la tecnología te permite grabar un disco incluso con una aplicación de móvil”, explica. ‘Perfecto’ es, considera, “una obra intensa y pasional”, orientada a una audiencia que “busca sonoridades más cálidas”.

Aún hoy es fácil asociarle a la figura del cantante romántico de corte clásico, cuando, mirando de cerca su obra de madurez, las baladas no son mayoría: en ‘Perfecto’ abundan los ritmos dinámicos y el ‘up-tempo’ de guitarras esbeltas, con ocasionales sabores de folk y country en piezas como ‘Al fin del mundo’ o ‘Los celos’. Ramazzotti se muestra un poco contrariado ante la imagen que conservan de él quienes no están familiarizados con su obra. “No sé el motivo de esa percepción”, confiesa. “He cantado, en efecto, muchas baladas de éxito, pero también piezas más rítmicas que han supuesto puntos clave de mi carrera, de ‘Cosa más bella’ a ‘Fuego en el fuego’”.

TRENES Y ESTACIONES

Las turbulencias del corazón siguen constituyendo, eso sí, un motor inspirador de primer orden. “Porque infinitos son los matices y las experiencias que podemos afrontar en la vida, tanto personalmente como a través de quienes nos rodean”, explica. Las cosas del querer se cruzan con reflexiones humanistas de tono adulto, como las metáforas sobre trenes y estaciones de ‘El tiempo no atiende a razones’. Un texto autorreferencial, que le de pie a afirmar que se siente afortunado por el modo con el que ha gestionado su carrera. “Pero he trabajado muchísimo para poder elegir esos trenes adecuados. Es una mezcla de intuición, cuidado y trabajo duro”, resume.

‘Perfecto’ se ha encontrado con un panorama drásticamente distinto al de discos como ‘Todo historias’ (1993) o ‘Estilo libre’ (2000). El álbum, el ‘single’, la radiofórmula, se han visto sacudidos por YouTube y el ‘streaming’. Ramazzotti cree que “toda música viaja feliz a través de cualquier medio que le pueda llevar a la gente”, si bien es consciente de que las condiciones en las que se movía su música en otros tiempos ya no existen. “Quizá la gente ya no tenga paciencia para escuchar un disco durante una hora”, reflexiona, y añade con cierto pesar: “Todo está fragmentado, cualquier momento es bueno para acceder a la música, pero dura poco: en un instante ya estamos distraídos con la siguiente canción, el siguiente vídeo”.

Conclusiones un poco sombrías para el galán del pop italiano, que ha demostrado que un ídolo ‘teenager’ puede trascender esa casilla y convertirse en un valor duradero. “No es fácil alcanzar al público más joven, cuyo lenguaje está en continua evolución, pero tengo la fortuna de disponer de una audiencia que cubre varias generaciones”, asegura. Tendremos ocasión de comprobarlo en el Sant Jordi.

LA FIRMA DE NACHO MAÑÓ

Aunque lleva toda su carrera adaptando sus canciones al castellano, Ramazzotti no se siente del todo seguro hablando esta lengua. En el terreno discográfico cuenta con asesores capacitados: las versiones españolas de los textos de ‘Perfecto’ están firmadas por Nacho Mañó, componente de Presuntos Implicados, con quien ya trabajó en discos como ‘Donde hay música’ (1996) y ‘Estilo libre’ (2000). “Nacho ha sabido captar la esencia de mis textos con un estilo fresco y moderno”, destaca el cantante.

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