Pepa Plana: "Quiero sacudir al espectador"

Pepa Plana, aclamada payasa de Valls, regresa al teatro convertida en un ángel con ganas de actuar y ayudar a los demás. El drama migratorio y la hipocresía centran su nueva propuesta en solitario, en cartel en La Muntaner hasta el 19 de febrero.

¿Este espectáculo estrenado en el último Festival Grec significa un cambio respecto a sus anteriores propuestas? Esta pieza me ha enseñado a respetar el no reír y a tocar al espectador de otra forma. He aprendido a hallarme a gusto con el público que se emociona. Si hacer reír es un arte, emocionar lo es todavía más.

¿Cómo lo consigue? Soy un poco mala porque, para que entren en mi juego, primero engaño al público llevándole por un camino de tontería y risa y, cuando lo tengo relajado, le doy un buen puñetazo. ¡Figurado, eh!

Defina ese 'Paradís Perdut' del título. En la obra el paraíso es un cuadro donde hay una serie de angelitos pintados que cantan. Eso, en el imaginario de todos, es el paraíso. Pero mi ángel, que forma parte del cuadro, no lo ve igual y por eso lo abandona. Quiere ser ángel de la guarda pero, como no sabe volar, acaba en el mar.

En el imaginario de muchos, el Cirque du Soleil Yo, que trabajé allí, sé que no es el paraíso como muchos creen (ríe). La idea del espectáculo sale de esa idea del paraíso que cada uno se imagina. 

¿Contenta con el trabajo junto al director y dramaturgo Ferruccio CaineroHemos hecho un buen tándem. Tiene muchísima imaginación. Le expliqué qué me apetecía contar y entendió mi necesidad de salir de mi zona de confort. Pero el tema de la migración me interesaba desde mucho antes del drama de Siria y del Mediterráneo. Ya lo toqué en 'Èxode', pieza inspirada en la guerra civil española que hice con 'Monti' y Joan Valentí. 

¿Por qué se ha aliado con Proactiva Open Arms? Yo no soy socorrista como Òscar Camps, pero quiero ayudar con lo que sé hacer, por eso el 1 de febrero toda la recaudación será para ellos. Ahora todo el mundo se fija en los refugiados que mueren de frío en los campos de refugiados ¡pero sigue muriendo gente en el mar! Hay que exigir a los gobiernos que resuelvan estos dramas humanos. ¡No estamos acogiendo a nadie!

¿Qué espera provocar? Quiero sorprender y sacudir al público, que salgan con rabia dentro pero también con ganas de volar y de hacer algo para propiciar cambios.