Paolo Sorrentino: "La gente joven me irrita bastante"

El director de 'La gran belleza' reflexiona sobre el paso del tiempo y la vejez en 'La juventud'

El director italiano Paolo Sorrentino.

El director italiano Paolo Sorrentino. / periodico

NANDO SALVÀ

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Dos años después de ganar el Oscar gracias a La gran belleza (2013) regresa a la cartelera con 'La juventud', que transita terrenos temáticos y estilísticos similares. Presentada en el Festival de Cannes, gran vencedora de los Premios de la Academia del Cine Europeo, la película viaja a spa situado en los Alpes suizos donde se alojan un compositor retirado (Michael Caine) y su viejo amigo cineasta (Harvey Keitel) para meditar sobre el tiempo perdido, las zozobras del artista y lo inútil que es nuestra existencia. El filme se ha estrenado este viernes.

En temática y estilo, 'La juventud' tiene muchas similitudes con 'La gran belleza'. ¿Son deliberadas?

No. Diseñé 'La juventud' con el fin de que fuera opuesta a 'La gran belleza'. Aquella película era barroca, solemne y compleja, y quería que esta fuera simple, lineal, casi banal. Pero fracasé estrepitosamente. Al final, me ha salido una película bastante complicada.

La vejez y el paso del tiempo son temas esenciales de su cine. ¿Les tiene miedo?

¿Y quién no? Como todo el mundo, preferiría ser siempre joven. Y prefiero lidiar con esos miedos en lugar de esperar a que se me echen encima. Además, para crear mis personajes tengo que amarlos. Y, sinceramente, la gente madura me parece mucho más interesante. Tienen una mayor conciencia de sí mismos y de lo que han vivido. En cambio, a la gente joven no la valoro lo suficiente. De hecho, me irritan bastante.

En 'La gran belleza' había referencias a 'La dolce vita' (1960). 'La juventud' recuerda a '8 1/2' (1963). ¿De dónde viene esa obsesión con Fellini?

Es del todo inconsciente, aunque supongo que inevitable puesto que Fellini me parece uno de los tres o cuatro mejores cineastas de la historia. En todo caso, me parece frustrante que me digan que le copio. En Cannes, un periodista me reprochó que La juventud imitaba a Fellini, y era el mismo periodista que días antes había elogiado la película de un director francés que, en su opinión, imitaba a Truffaut.

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En sus películas también se deja ver cierta fascinación por los artistas.

Pues no me siento particularmente fascinado por ellos. Lo que me fascina son las personas capaces de sorprender y apasionar a los demás. Y en ese grupo entran no solo los artistas sino también, por ejemplo, los políticos y los deportistas

'La juventud' parece estructurada a la manera de una sinfonía, y el cuidado de sus imágenes es casi pictórico. ¿Ve el cine como un arte total?

Lo veo como un arte fácil. Elegí el cine porque soy muy perezoso, y los perezosos no tenemos voluntad suficiente para aprender. Cuando quieres hacer música debes saber tocar un instrumento; si quieres pintar tienes que aprender técnicas de luz y color. Un director de cine no tiene por qué saber nada, y aun así las películas acaban saliendo.

¿Le interesa más el fondo o la forma?

Me apasionan la puesta en escena, el montaje, la tecnología. Me gusta usar todos los recursos estilísticos a mi disposición, pero creo que lo hago siempre poniéndolos al servicio de la película. Lo contrario me parecería deshonesto y cínico, y yo no soy cínico. Al contrario, soy un sentimental.

'La juventud' dividió a la crítica en Cannes

No puedo. Con la crítica me pasa como con el cricket: no entiendo cómo funciona. Lo único que sé es que los críticos se toman el cine demasiado en serio y, para mí, tanto el cine como el fútbol como las mujeres hermosas son sinónimo de diversión. En todo caso, no me preocupa. Solo espero que mi cine complazca al público tanto como me complace a mí.

En la película, Harvey Keitel da vida a un viejo cineasta que se niega a retirarse. ¿Cuánto hay de usted en él?

Tengo muchas películas por hacer, y quisiera no dejar nunca de hacerlas. Pero, si las circunstancias exigen que me retire, espero ser capaz de afrontar la realidad. Lo bueno de ser joven es que la perspectiva de un futuro te da alas. ¿Pero cómo mantenerse enérgico cuando el futuro no existe? No lo sé.

En todo caso, dicen que el cine está muriendo. ¿Usted qué opina?

Son solo rumores pasajeros. Siempre digo lo mismo: el cine de mañana será como el de ayer. Las películas son una estupidez maravillosa, y eso las hace absolutamente necesarias.