Núria Feliu: "Los cantautores siempre fueron los importantes"

La intérprete actúa por primera vez en Barnasants con 'El café de les 'cantantes'', un recital con sus tres sobrinas, en el Casinet d'Hostafrancs

Núria Feliu, en su peluquería de toda la vida.

Núria Feliu, en su peluquería de toda la vida. / periodico

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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Núria Feliu reaparece con un recital en Barnasants, ‘El cafè de les ‘cantantes’’, en el que repasará ‘cuplets’ en homenaje a su bisabuela Carolina. Este sábado en el Casinet d’Hostafrancs (20.00 horas).

Se estrena en Barnasants. ¡Pues sí! De acuerdo, yo soy intérprete, no cantautora, pero, ¿qué harían los autores sin intérpretes? Me propusieron hacer algo y pensé en mis sobrinas, unas ‘cracks’. Mireia es una cantante de jazz que te mueres, Marina baila y da clases de ‘lindy hop’, y luego está la actriz, actriz, que es Eulàlia. Así que haremos un homenaje a mi bisabuela Carolina.

¿Cuál es su historia? Allá por 1870, ella se casó con un hombre que era un ‘malandando’. ¡Esta palabra me encanta! Era un borracho, un mujeriego… Pero mi bisabuela los tenía cuadrados: un día le dio una patada en el culo y se fue al Brasil. Allí hizo de planchadora y ganó un dinero. Volvió con un loro y alquiló un café, un ‘niu d’art’, en la calle Vallespir, que entonces se llamaba Colón.

El ‘Cafè de les ‘cantantes’’. Sí, que tenía una tarima con un piano y subía gente a cantar. Pero mi bisabuela conoció luego a otro ‘malandando’, que la desplumó.

Vaya, hombre. Mató al loro porque hablaba demasiado, y otra vez al Brasil. Volvió y se puso a trabajar en la parada de hortalizas que tenía la familia en el mercado de Sants.

¿‘El cafè de les ‘cantantes’’ era un local feminista? Bueno, con ese nombre, si hubiera sido de la CUP sería normal, ¿no? (ríe). Ahí estaba ella, haciendo carajillos y ‘barreges’, dando la cara en la barra.

¿Qué canciones acompañarán este relato? Sobre todo ‘cuplets’, canciones ciudadanas: ‘Els tres tombs de Sant Antoni’, ‘La Marieta de l’ull viu’, ‘El vestir d’en Pasqual’… Era diferente del cuplé en castellano, de aquellas canciones como ‘La pulga’, que se cantaban en El Molino. ‘Cuplets’ como ‘Tot pel pis’, que ya hablaba de lo difícil que era alquilar un piso. Será un recital muy casero, ¿eh? No es un gran espectáculo. Yo cantaré y recitaré.

En un festival, Barnasants, de izquierdas. Pero, mi bisabuela, ¿no era de izquierdas, y moderna, con todo lo que hizo? Una mujer muy fuerte, ¡un carácter!

El año pasado la reivindicaron con el disco ‘La pols i l’era’. ¿Cómo lo vivió? Tanto ellos como Els Catarres me han venido a buscar porque estoy en los medios, y en las redes, y me ven por todas partes. Críos de 14 años me preguntan por la calle: “tú eres famosa, ¿no?”. Actué en Canet Rock y noté mucho respeto entre los músicos jóvenes.

A usted le gusta ser famosa. ¡Me encanta! Yo he estado siempre ahí, y por delante. Ahora vienen Rod Stewart, U2, Lady Gaga…, todos cantando estándares americanos, ¡y yo los cantaba en 1965! ¡Y a Burt Bacharach! A Leonard Cohen igual: en 1972 grabé su canción de los partisanos, que me la prohibió la censura. Pero no todo el mundo ha entendido lo que hacía.

¿Por qué lo cree? Me decían que esto era canción de cigarrillo, que la fumas, se apaga y ya está. Los cantautores siempre fueron los importantes. Pero en un país tiene que haber de todo. Que me digan que Irving Berlin, Cole Porter, esa gente, son canción de cigarrillo… ¡Me puedo morir de risa!

Su álbum ‘El cuplet de Barcelona’ salió en 1970, igual que ‘Remena nena’, de Guillermina Motta. Pero a mí me hizo una trastada la censura y tuve que volver a grabar ‘Les caramelles’ porque decía “mentre tocava l’acordió em deia ‘tot el que vulguis et toco jo’”. Con Guillermina somos amigas del alma.

¿Usted está retirada? No, dije que quería dejar de actuar y hacer otras cosas, como libros o recitar los ‘Poemes patriòtics’: he estado tres años leyéndolos con la ANC por todo el país. Sin cobrar un duro, ¿eh? No quiero amargarme la vida: toda mi energía tiene que ser positiva.