MAESTRO DE LA MELODÍA

Michel Legrand, una leyenda en el Festival de Jazz de BCN

El compositor de 'Los paraguas de Cherburgo' y 'Yentl' actuará por primera vez en Barcelona a los 84 años, en formato de trío

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JUAN MANUEL FREIRE / PARÍS

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Michel Legrand (París, 1932) es conocido, sobre todo, por sus bandas sonoras para la 'nouvelle vague' y Hollywood, pero también ha grabado con grandes del jazz (de Miles Davis a Stan Getz, de Phil Woods a Bud Shank) y cultivado toda clase de géneros, incluyendo la chanson, la ópera… "Nunca he hecho música para labrarme una carrera", nos avisa en el salón de su pequeño 'château' del XVIII en el Loiret. "Siempre la he hecho por saber hasta dónde podía llegar".

Ha llegado lejos, muy lejos. Existen pocos grados de separación entre cualquier artista célebre del siglo XX y nuestro entrevistado. En un mueble del cuarto de al lado descansan tres premios Oscar: uno por 'The windmills of your mind' (tema principal de 'El caso de Thomas Crown’, versión 1968), otro por la música de 'Verano del 42' (1971) y otro a la mejor banda sonora adaptada por ‘Yentl’ (1983), cuyo DVD reposa en la mesa del salón, dedicado por su protagonista Barbra Streisand.

A sus 84 años, el compositor, arreglista y pianista aún siente ilusión por cada minuto del día. No tiene uno, sino casi infinitos proyectos, entre ellos la prometedora grabación (con su habitual Nathalie Dessay) de un disco sobre todo el arco vital de una mujer, proyecto rechazado en los 70 por Streisand porque "se bloqueaba en las canciones de nacimiento y muerte".

En su agenda tiene marcado en rojo el viernes, día 11 de noviembre, cuando por fin debutará en Barcelona en el marco del Voll-Damm Festival Internacional de Jazz de Barcelona. Será en formato trío: Legrand al piano, Pierre Boussaguet al contrabajo y François Laizeau a la batería. Sonarán sus piezas míticas de cine, pero también algunas de las que ha compuesto para mitos del jazz. 

EL ORQUESTADOR DE ORO

Michel empezó en buenas manos: su profesora en el conservatorio de París fue Nadia Boulanger, toda una leyenda de la educación musical. "Era magnífica. Y, a la vez, terrible, porque exigía mucho. Pero cuando acabé los estudios entendí que podía hacer de todo: ser pianista clásico o de jazz, componer clásica o música de cine… ¿De verdad tenía que elegir?".

Legrand acabó haciendo todo, pero en los 50 se centró en las orquestaciones. Entre sus clientes, Maurice Chevalier, Édith Piaf y el músico que le hizo perder la cabeza por el jazz: Dizzy Gillespie. Tras el éxito del disco de orquestaciones de estándares 'I love Paris' (1954), el sello Columbia le dio carta blanca para grabar el álbum que quisiera. "Salté sobre la ocasión y les dije que quería grabar con Miles Davis, John Coltrane, Bill Evans… Todos los grandes solistas de jazz de Estados Unidos".

Y así fue como un francés de 26 años acabó dirigiendo a titanes en un clásico absoluto: 'Legrand Jazz' (1958). No conocía a Miles Davis y las referencias eran temibles: "Me dijeron que llegaba un cuarto de hora tarde al estudio, abría la puerta, escuchaba, y si le gustaba, se quedaba, pero si no, se iba sin decir nada. El primer día estaba nervioso. Miles llegó un cuarto de hora tarde, abrió la puerta, escuchó… [pausa para el suspense] Y se sentó a tocar".

DÍAS DE 'NOUVELLE VAGUE'

Tras diez años orquestando, se cansó. "Si hago algo durante mucho tiempo, deja de interesarme", afirma. "En plena gloria me paro". En los 60 se convirtió en compositor clave del cine francés y, en particular, la 'nouvelle vague'. "Recuerdo que Jacques Demy me quería para su primer largo ('Lola'), pero yo en ese momento trabajaba con Marcel Carné. Demy me dijo: 'Michel, eres un veinteañero, ¿por qué trabajas con esos viejos idiotas? Trabaja con nosotros, la nueva ola'".

Sin plantar a Carné, accedió a la oferta de Demy, en lo que supuso el principio de una larga colaboración con cumbres como 'Los paraguas de Cherburgo' y 'Las señoritas de Rochefort'. "Nadie quería financiar ni distribuir 'Cherburgo'. Fue un rodaje difícil. Catherine Deneuve no cobró y yo mismo pagué a los músicos". El osado proyecto, ópera cotidiana con canciones compuestas a partir de un guion escrito para ser hablado, acabó siendo un gran éxito de taquilla y ganó la Palma de Oro en Cannes.

CORONADO POR LA ACADEMIA

Tras conceder a Godard el favor de una última banda sonora (la de 'Banda aparte'), Legrand paró. Cansado de la 'nouvelle vague', que describe como un movimiento "con películas nuevas, diferentes, pero poco interesantes al fin y al cabo", se decidió a buscar la gloria en el cine de Hollywood. No tardó en encontrarla: su tercer proyecto fue ‘El caso de Thomas Crown’, por cuya canción principal ganó el Oscar. Como muchos otros temas de Legrand, 'The windmills of your mind' se ha convertido en un estándar, una muestra excelsa del talento de su autor para encontrar melodías de tanta melancolía como aspiración de felicidad.

Después vinieron 'Verano del 42', 'El mensajero', 'Fraude' de Orson Welles, 'Yentl'… Y de nuevo, el parón y la mudanza, otra vez hacia Francia. Consciente del avance del tiempo, quiso probar suerte en todos los campos. En las tres últimas décadas ha escrito y dirigido películas, compuesto obras sinfónicas y apostado, en definitiva, por cualquier proyecto que sonara a mínimo desafío. Inspirador, siempre grande, Legrand.