ESTRENOS DE CINE

Javier Bardem ('Piratas del Caribe 5'): "A los actores hay que decirnos las verdades"

El actor español interpreta al villano de 'Piratas del Caribe: la venganza de Salazar'

Javier Bardem, en la presentación de 'Piratas del Caribe: La venganza de Salazar' en Hollywod, el pasado 18 de mayo.

Javier Bardem, en la presentación de 'Piratas del Caribe: La venganza de Salazar' en Hollywod, el pasado 18 de mayo. / periodico

NANDO SALVÀ

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En la piel del capitán español que se enfrenta a Jack Sparrow en 'Piratas del Caribe: la venganza de Salazar', ayudado por el maquillaje y la tecnología digital, vuelve a demostrar por qué se le considera uno de los actores más camaleónicos del cine actual y por qué Hollywood siempre tiene su teléfono a mano cuando necesita dar vida a un villano.

¿Cómo dio con el 'look' de su personaje, Salazar? Fue simple: tres horas de maquillaje al día. Al llegar al 'set' cada mañana me daban un café y acto seguido empezaban a ponerme pegamento en la cara. Pegamento de verdad, y luego por encima me ponían algo parecido a unas pechugas de pollo. Y luego me pasé el rodaje mascando una cosa pastosa llamada Caca de Mono. Me habían dicho que sabía a chocolate. Era mentira, claro.

¿Por qué aceptó participar en una película como esta? Por muchas razones, claro. Sí, una de ellas es que te pagan bien, y que eso te permitirá hacer luego otras películas por amor al arte.  Pero además me gusta 'Piratas del Caribe', me divierte muchísimo. Y es el tipo de rodaje en el que estás rodeado de profesionales de un nivel altísimo. Aunque al final todo se reduce al personaje, Salazar. Me sedujo desde el principio, y se me dieron todas las facilidades para que lo construyera como me apetecía.

¿Cómo lo hizo? Los actores a veces trabajamos a partir de una imagen; eso nos señala el camino cuando estamos perdidos, que es casi siempre. Para Salazar pensé en un toro herido, furioso, sangrante, moribundo, y decidido a matar al torero. Cuando alguien está furioso siente un gran dolor físico, mental y emocional. Quise crear un personaje en estado permanente de dolor, y cuya única forma de calmar ese dolor es la venganza. Aunque, claro, la venganza no sirve para nada.

Es decir, que no es usted un hombre vengativo. Soy un ser humano y a veces tengo el impulso de vengarme, pero en cuanto lo piensas comprendes que es una pérdida de tiempo. Yo jugué al rugby durante 19 años, y cuando juegas al rugby te dan golpes constantemente. Tu primera reacción es devolverlos. Pero luego comprendes que formas parte de un equipo, y que si te centras en tu 'vendetta' el equipo te va a dejar solo. Eso solo te lo enseña el rugby. El fútbol, en cambio, se basa en individualidades y en estrellitas.

¿Y el mundo de la interpretación es como el rugby? Sí. En esta profesión es muy fácil estar demasiado pendiente de uno mismo. Para evitarlo debes rodearte de gente que te diga la verdad, por ejemplo tu familia y los que han sido tus amigos desde los 12 años; ese es mi caso. A veces desearía que no me dijeran las verdades tan a menudo.

El cine americano suele llamarle para que interprete a villanos. ¿No tiene miedo de encasillarse? El riesgo siempre está ahí, como cuando yo hice 'Jamón, jamón' y 'Huevos de oro' y me convertí en prototipo del macho ibérico. Pero no hay ningún personaje que no haya sido escrito ya. Tu trabajo es reescribirlo aportando algo nuevo cada vez.

¿Cuánto influyó Penélope Cruz, que protagonizó la cuarta previa de 'Piratas del Caribe', en que usted aceptara protagonizar la quinta? En su día yo estuve con ella en el rodaje de su película, y me lo pasé bomba. Fue un 'show' increíble, Hollywood en estado puro. Así que cuando me llamaron a mí tuve que decir que sí. Con Penélope recuerdo hablar de lo difícil que es perder la concentración cuando estás en el 'set' con Johnny Depp y lo ves convertirse en Jack Sparrow delante de ti. Literalmente te quedas boquiabierto. Recuerdo que eso me pasaba mucho en 'Skyfall'. En medio del rodaje de una escena me quedaba ensimismado pensando: “¡Guau, estoy en una peli de James Bond!”.