Gilbert Shelton y su particular terrorista suicida 'hippy'

Con tirantes, vaqueros y sombrero panamá de cinta azul, a punto de cumplir 77 años (el 31 de mayo), Gilbert Shelton (Houston, Texas, 1940) sigue luciendo su venerable imagen de veterano y apacible dibujante de mirada algo huidiza. Parece que no haya roto nunca un plato, pero en los 60, 70 y 80 destrozó más de uno, convirtiéndose junto a colegas como Robert Crumb en una de las leyendas del cómic ‘underground’ que floreció en el San Francisco contracultural de aquellos años. Y los sigue rompiendo: antes de soltar la bomba, durante la entrevista, en el patio de la librería Casa Usher, primero confirma que está dibujando 30 páginas nuevas de su mítica serie 'Los Fabulosos Freak Brothers', aquellos irreverentes y vagos hermanos ‘hippies’, algo chiflados y alérgicos a la policía, en continua juerga psicodélica de sexo, drogas y alcohol, espejo del mundo en que él y tantos dibujantes se movían entonces. “Ellos no han cambiado tanto, no han envejecido. En realidad están igual”, cuenta sobre sus personajes. “Las nuevas historias son contemporáneas”, añade. Y, solo al insistirle, suelta: “Freddy (torpe y glotón) se ha vuelto religioso. Franklin (el más inteligente) tiene una pistola. Y Phineas (que ya orillaba hacia el activismo izquierdista) es un terrorista suicida. Pero no voy a explicar el final...”. 

Y no lo explica, no. Ni hay forma de sacarle más detalles. Solo que no le preocupa que “pueda recibir críticas” por lo espinoso del ‘detalle’, confiando en el éxito de una serie que ya es un clásico y que sigue reeditándose en varios países. Estas páginas inéditas formarán parte, revela Shelton, de un volumen que conmemorará en el 2018 el 50º aniversario de ‘Los Fabulosos Freak Brothers’. Se publicará en Gran Bretaña y además de ser un recopilatorio incluirá fotos y textos sobre la historia de la serie que creó en 1968. 

«Para escribir debes recurrir al alcohol»

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Shelton, cuya obra edita en España La Cúpula, es padre de otros clásicos del ‘underground’ como ‘Superserdo’ (parodia de Superman) o 'El gato de Fat Freddy' (dejó la casa de los Freak Brothers y se hizo con serie propia). Lleva años residiendo en Francia. “Vivo a 100 metros de uno de los bares donde murió tanta gente, el día de la sala Bataclán. Los atentados están ahí. Es un horror. Pero en París veo que la gente no quiere dejarse intimidar”, explica. Califica de “horrible” la matanza de los dibujantes de ‘Charlie Hebdo’ pero sigue siendo un hombre parco en palabras. 

Solo se suelta un poco al recordarle una frase suya de hace unos años sobre la derecha en alza en su país y sobre Trump. “Actualmente en Estados Unidos solo hay un pequeño grupúsculo de izquierdas que son los verdes. Hay demócratas, que son de centro; republicanos, de derechas; y el Tea Party, que es extrema derecha. No he ido últimamente, pero hace dos años estuve en Nueva York y pasé delante de la torre Trump. Nadie imaginaba entonces que ese hombre sería elegido presidente. Es un desastre. Habrá que esperar a ver qué pasa. Pero espero que no le hagan un ‘impeachment’ a Trump y lo encierren en la prisión porque entonces sería presidente Mike Pence y eso sería aún mucho peor, porque es aún más de extrema derecha”.  

No le gustaría dibujar a Trump, asegura Shelton. “No me gusta dibujar cosas de actualidad porque entonces se hacen viejas y obsoletas enseguida. Por eso siempre he hecho cosas más universales”. De ahí la supervivencia de sus ‘Freak Brothers’, que han sufrido hasta “ocho intentos” de ser llevados al cine, aunque, lamenta, no han cristalizado por “falta de financiación” (hasta hay en Youtube un tráiler sobre un proyecto con muñecos). La clave del éxito de la serie, opina, radica en que “es una tira de cómic clásica, fácil y muy divertida de leer, de línea clara, que puede llegar a gente de todas las edades por igual”.

LA MARIHUANA

Por sus colocados personajes nunca le han acusado, afirma, de hacer apología de las drogas. “En Estados Unidos la ley persigue primero al vendedor y al distribuidor, luego al editor y por último al artista. La ley no llegó nunca hasta mí, tampoco a la editorial. El único problema que tuvimos fue en una fiesta que hicimos. La música estaba muy alta y vino la policía y teníamos una caja de marihuana. Fred Todd (con quien fundó la editora Rip Off Press) pasó una noche en la cárcel. En San Francisco  eran más tolerantes con la marihuana que en Los Ángeles. Cuando te paraban por una infracción de tráfico los policías te decían que te deshicieras de cualquier droga que llevaras para que no la vieran y simplemente te ponían la multa de tráfico”. 

Eran otros tiempos, compartidos, recuerda “con Art Spiegelman, Rodríguez, Rick Griffin, Crumb...". La mujer de Shelton es agente de Crumb, que como ellos, vive en Francia desde hace años. “Él no lee periódicos ni ve la televisión. Así que cuando nos vemos hablamos de música. Es un coleccionista  y hasta tocó en una banda, ‘Primitives of the future’. Ahora los ha dejado porque se profesionalizaron”, cuenta el dibujante sobre el autor de ‘Génesis’. También él tocaba, “el piano, en un bar”, confiesa: "pero perdió la licencia por demasiado ruido y ya no lo hago”. No en vano una de sus historietas más recientes es la serie ‘Not Quite Dead’, junto a Pic, sobre un trasnochado grupo de rock, de la que están pensando en sacar un nuevo álbum.

CON EL GRUPO DE LA FLORESTA

También le gusta recordar las fiestas que compartió en los 80 cuando vivió una temporada larga en Barcelona con el grupo de La Floresta, “con Max, Martí... la gente de ‘El Víbora’, y el bueno de nuestro editor, Josep Maria Berenguer”, fundador además de La Cúpula.  

Shelton, que creció leyendo a Dick Tracy, hoy solo lee cómic francés, donde su favorito era Jean-Marc Reiser, de la revista satírica ‘Hara-kiri’. “No sigo el cómic americano. De hecho, los que considero jóvenes talentos, como Peter Bagge y Daniel Clowes, ya tienen 50 años...”. Y él ahí sigue. “No me retiro. Me tiembla un poco la mano y a veces cojo algún dibujante para que me haga alguna historia. Pero aún dedico dos o tres horas al día a pensar historias”. Porque lo que le “motiva e inspira”, dice convencido, “son los cómics”.